When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
Ese mismo día al salir del trabajo me despedí de la asistente como siempre, me dirigí hacia donde estaban los ascensores, bajando al pasillo del edificio con uno de ellos, cuando estaba en la calle para tomar un taxi como yo. lo hacía cada vez. Los días que Liam no me llevó a casa, me di cuenta de que el auto de Alfred estaba estacionado en la calle y me acerqué, viendo a mi esposo adentro. Abrí la puerta del auto y entré, Alfred sosteniendo mi cuello con su mano, acercando su boca a la mía y besándome suavemente. —¿Cómo estuvo el día?—, me preguntó sorprendiéndome con su pregunta. —Bueno, como Eunice no está, algunos clientes han decidido reprogramar sus citas para cuando ella regrese a la firma—, respondí. —Corina, tuve una cena esta noche, quería deshacerme de ella para pasar más tie