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Después de salir del dormitorio de nuestra pequeña, Alfred y yo salimos de nuestra casa, acercándonos a su auto, mi esposo abrió la puerta del auto y me ayudó a entrar, Alfred se sentó en el asiento del conductor, inmediatamente arrancó el auto y se fue. allí hacia la casa de Eunice. Cuando llegamos, mi esposo estacionó el auto, ambos nos bajamos, nos acercamos a la entrada de la casa, tomando del brazo a Alfred mientras entramos a la casa de nuestra amiga, ella nos recibió con una hermosa sonrisa, abrazándonos a ambos. Entramos los tres, notando a todos los invitados allí, cruzando mi mirada con la de Liam, quien apenas me vio se acercó a donde estábamos Alfred y yo con una sonrisa en los labios, sin dejar de mirarme. —Por favor Alfred, recuerda que estamos en casa de Eunice—, dije viend