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Muevo mis pies de un lado a otro, estoy fuera de la casa de Joe sin saber hacia dónde ir, sentada en las escaleras mirando el cielo oscuro de la noche. Suspiro y miro mis manos, tengo curiosidad de qué más puedo hacer si es que soy un ser sobrenatural.
Escucho el sonido de un auto y solo suspiro. Bajo mi rostro y miró a Daddy que baja del auto, se cruza de brazos recargándose en el auto esperando a que yo camine hacia él. Se nota enojado, pero él tuvo el error.
— Se supone que este día sería nuestro, pero decidiste irte con tu amiga dejándome a un lado a mi. No comí nada hasta llegar aquí, tu dijiste que estabas al pendiente de mi. Pero no fue es así.
Comienzo a caminar hacia el lado contrario a él.
— Princesa, puede que me equivocará. Y lo siento, no quería que te sintieras así.
— Siempre haces lo mismo, me haces a un lado cuando estas con mujeres. ¿Es por su cuerpo? Lamento no ser como tu hubieras querido.
Lo dejo de mirar, siento como trata de agarrar mi mano y solo me quito su agarre. Cuando voy a dar un paso más él me alza en sus brazos, forcejeo queriendo que me suelte.
— No es por eso, solo estaba con algunos asuntos...
Lo empujo logrando salir de sus brazos, lo miro enojada queriendo que deje de hablar.
— Ellas me miran y me tratan mal, nunca te das cuenta de eso y cuando las enfrento me castigas. Quería un día con mi Daddy, pero tu no creo que quieras estar a mi lado.
— Esta bien, ya no te castigaré si haces algo contra ellas. Solo que es algo delicado porque tienen poder en sus manos.
— Y me humillas, eso no es ser buen Daddy. — Me cruzo de brazos. Bufo soltando mi enojo recordando las palabras de Joe.
— Perdóname, no volveré a hacer eso. — Me envuelve entre sus brazos, no me muevo ni lo abrazo solo miro hacia un punto fijo.
— Mañana a primera hora te quiero en tu despacho, tengo que hablar algo serio contigo.
Me alejo a él y caminó hacia el auto, me adentro a la parte trasera y me pongo el cinturón. Agarro mi rostro entre mis manos con un poco de dolor de cabeza, revuelvo mi cabello y alzo mi rostro cuando él entra al auto.
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Acomodo mi falda pegada a mi cuerpo, estoy sentada en la silla de Daddy. Miro las dos carpetas que tengo en mis manos, estoy una hora antes de la que le dije y siento nervios porque él no haga caso a lo que quiero.
Las reglas que puso son muy injustas.
Yo tengo demasiadas reglas y el pocas responsabilidades sin ninguna regla.
Alzo mi mirada cuando la puerta se abre, Rich me mira extrañado y solo entra cerrando la puerta detrás suyo.
— ¿Qué haces despierta tan temprano?
— Tengo un reunión con Benjamín.
Asiente, se nota la curiosidad en sus ojos mientras checa algunas cosas que hay en una mesa.
— Ya mandas en la relación, asombroso. Felicitaciones. — Dice con una gran sonrisa, sale y se regresa nuevamente. — ¿Crees que se levante? Ayer cuando dormiste estuvo hasta noche hablando con alguien.
Me levanto rápidamente de la silla, recuerdo una llamada y las pocas palabras que dijo antes de salir de mi habitación. Camino con las carpetas en mis manos, subo escaleras arriba dejando solo a escuchar el sonido de mis botas de tacón.
Sin tocar la puerta de su habitación, entro, lo miro acostado en la cama. Esta con ropa interior y no esta tapado por ninguna sábana. Examinó todo el lugar sin encontrar rastro de nadie más y suelto el aire que tenía contenido.
— Vaya. — Giro mi rostro por su ronca voz. — ¿Qué haces aquí?
Se levanta y evito mirarlo, esta desnudo para mi y eso me asusta un poco.
— Benjamín. — Murmuró cuando agarra mi rostro entre sus manos alzando mi mirada. Gruñe por como lo llame. — Tenemos que hablar, en este momento estamos fuera del rol. Quiero hablar seriamente.
Suelta un suspiro, miro sus ojos. Aún tiene sueño y se que esta cansado.
— Porque te pusiste ropa tan apretada al cuerpo.
— Es mi ropa para hablar de asuntos serios. — Suelta una risa, gruño molesta por eso. Me carga como siempre lo hace sosteniéndome con una mano desde la parte de mi trasero.
— Y que quiere hablar el amor de mi vida. — Me sonrojo, pero aún estoy enojada con lo de ayer. Le doy una carpeta poniéndome seria, abre más los ojos antes de bostezar y lee lentamente mis reglas.
— ¿Reglas de Zoe? — Asiento.
Comienza a caminar alrededor de mi y lo sigo con la mirada. Va asintiendo mientras lee y espero sea algo bueno, me mira por breves segundos antes de abalanzarse a mi abrazándome.
— Me quieres para ti. — Lo miro seriamente y solo sonríe. — ¿Tengo que firmar? Pequeña experta en contratos.
Asiento, le doy una pluma que tenía guardada en mi saco. Asiente y solo firma la hoja con gran importancia para mi.
— Besa los labios de Daddy. — Tímidamente hago lo que pide. — ¿Quieres ir con Daddy a trabajar?
— Sí, Daddy. — Pasa de mi lado si no antes darme un beso en la mejilla. Entra al baño y yo ordeno su alcoba. Siempre es algo desordenado, y yo por suerte no lo soy.
Creo soy algo paranoica con eso.
Salgo con una sonrisa de su cuarto pasándome al mío, dejó las carpetas en un cajón y sonrío aún más al saber que Daddy solo es mío. Y ya ninguna de sus amiguitas se acercará a él, solo mío.
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Brinco de un lado a otro en la oficina, hace mucho que no venía aquí. Su secretaría entra y la saludo con una sonrisa mientras ella deja unos papeles. Conversa de algo que no tomó importante con Daddy. Miro el gran paisaje que se ve desde la ventana y no puedo creer que todo se vea demasiado pequeño.
— Princesa, mande a que te trajeran algo de comer. Estaré en una junta mientras tanto.
Agarra mi rostro y besa mi mejilla. Lo miro con un puchero queriendo que no me deje sola, ya que aún tengo miedo a que gente venga por mi. Pero sale dejándome sola y solo suelto un bufido.
Cuando su secretaria entra solo me mira con una sonrisa, recuerdo que es una temporal ya que su otra secretaría está embarazada. La miro curiosa esperando algún mal trato, Daddy es alguien realmente guapo y creo que por eso muchas de sus "amigas" están detrás de él.
— ¿Desea algo mas? — Niego lentamente sentándome rápidamente en uno de los sillones lista para comer.
Quisiera comer junto con Daddy, pero él está ocupado siempre algo que no me gusta. Suelto un suspiro cansada por todo, quiero a mi Daddy conmigo. Que me mime y se acueste conmigo, no he dormido bien desde lo que sucedió ayer y solo estoy estresada.
Termino de comer y aunque comí lentamente no veo que Daddy regrese, sin saber qué más hacer solo me recuesto y tapó con la manta que Daddy tiene para mi siempre, pensé que sería más divertido venir al trabajo con Daddy. Pero no fue lo que pensé.
Cierro mis ojos cansada y con miedo de que aun dormida pueda ahora yo causar un daño a los demás. Aún no descubro que sucede conmigo, ayer hable con mi mamá por llamada. Pero no dijo nada solo hablo de que eso tenía que hablarse en persona y no tengo un buen presentimiento de todo.
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Despierto encontrándome en mi habitación, sin dudarlo rápidamente me levanto. Salgo de mi habitación y bajó las escaleras esperando que Daddy no esté ocupado. Si estoy en este lugar él también está aquí.
Cuando llegó a su despacho mi sonrisa se desaparece, pero no me doy vuelta para regresar a mi habitación. Él firmo mis reglas y ahora yo puedo también mandar. Le dije que era mío, pero esta con una de sus amigas habituales.
— Zoe, pensé que dormías. — Solo negué. Me senté en su regazo con una sonrisa y él me abraza. — Es bueno que estés despierta, no quise despertarte porque te veías tierna dormida.
— Quería estar con mi novio. — Miro a la chica enfrente de nosotros, y la miro mal. Izzy me había dicho antes que si quería que no sucediera lo que paso debía de dejar de ser buena en ciertas ocasiones y marcar mi territorio.
— Bueno me tengo que ir. Le diré a mi padre que el trato está cerrado. — Se levanta de su asiento y solo sonríe falsamente algo que me complace. La veo salir del despacho dejándonos solos y lo abrazó con fuerza.
— ¿Qué sucede?
— Eres mío. — Me acomodo de mejor manera, suspiro lentamente mientras pienso en las palabras que tanto Ross y Izzy me dice.
Acaricia mi mejilla con una gran sonrisa, me acerco besándolo pensando en que es momento de avanzar en ciertas cosas. Tenía notas de todo lo que Izzy me ha dicho como "consejos", sin seguir pensando en eso sigo besándolo. Algo que solo hago cuando él me lo pide.
— No, Zoe...— Gruño molesta, él solo dice eso porque mis traumas siempre se apoderan de mi mente. Un pánico grande llena mi cuerpo y solo me oculto.
— No has estado conmigo y creo que eso sucede porque yo no soy como las demás. Quiero serlo, pero siempre fallo. — Me alejo de él llorando. — Cuando quiero experimentar algo tu también te haces a un lado por lo que me paso. Solo quiero dejar el pasado atrás por un momento.
Caigo rendida en el suelo mirando el suelo, siento como él me abraza y lloró escondida en sus brazos.
— Respira profundamente y guardemos la calma.
Niego, siento lo mismo que ayer y solo aprieto mis manos con fuerza queriendo tranquilizarme. Daddy alza mi rostro y me mira atentamente a los ojos, besa mis labios rápidamente acariciando mi espalda.
— ¿Hace cuanto te sucede esto?
— ¿An-antier?
Tartamudeo, besa mi rostro con delicados movimientos en mi espalda baja.
— Todo estará bien.
— Quiero que esos 8 años de mi pasado queden en el pasado, se que es imposible olvidar todo como si nada ocurriera. Pero en serio quiero intentar haber no vivido lo que viví, por favor. — Agarra mi rostro y besa mi frente, me abraza a él con más fuerza y solo cierro mis ojos mientras me tranquilizo lentamente. — Por favor, Daddy.
— Como mi princesa diga, solo dime si te sientes incomoda. Y pararé en todo para que estés cómoda. — Asiento, nada de lo que se por Izzy lo hemos hecho o mucho menos recibo besos de su parte. Por eso el siempre me dice que le de un beso con miedo a que si me sorprende me sienta incómoda y asustada por mis recuerdos.
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