Sentía algo muy caliente en mi nuca… Abrí los ojos y me vi rodeada por los brazos de Dylan. Me quedé viéndolo por unos segundos, dormido no me da miedo. Sus facciones son muy lindas, es un hombre muy apuesto, su cabello algo largo y su barba que está un poco descuidada. No sé por qué tenía una sensación familiar entre sus brazos. Él frunció el entrecejo y lo escuché pronunciar algunas palabras como en susurros. «Perdón… Perdóname» no paraba de repetir una y otra vez. Le acaricié la frente para que se relajara un poco. Vi cuando abrió los ojos y se me quedó viendo. “Perdóname” pronunció mientras cerraba los ojos una vez más. Se supone que soy la que habla dormida. Me alejé de él y me recosté en el sofá. Me fijé en el reloj despertador y apenas eran las tres de la mañana. Me vol