Prólogo parte 1
Él
El sonido de los cristales rotos, astillas de madera y líquido de algún licor de mierda y habanos inundan mis sentidos, veo alrededor de 8 hombres inconscientes en el suelo. junto a sillas y mesas volcadas. las luces parpadean en una esquina
En la barra hay un hombre gimoteando, sosteniéndose las manos ensangrentadas.
-ayudenme - me reiria de ser otra la situación, estoy asustado, este nivel de destrucción solo me demuestra lo herida que se siente, el único hombre despierto está sudoroso, con una expresión de terror, es joven de unos 35 años, con un cuerpo bien cuidado.
Al ver en dirección a los baños, ella sale limpiándose las manos y al ver sus ojos, ese gris plateado, el escalofrío entra por mis poros, mi piel se eriza ante la mirada ausente, el vacío de emociones, ojos rojos, signos de cansancio. ¿y algo más? mucho más oscuro y aterrador.
HORAS ANTES
Su voz susurrante e intimidante.
- las personas son idiotas - digo enderezando mi cabeza tras tres minutos de hacerme la víctima.
- Así. ¿por qué?- pregunta con voz burlona el desconocido.
Minutos más tarde
- es divertido como la mayoría de ellos la imaginan desnuda y sin saber qué es lo que esconde debajo de la piel... es tan fácil manipular a las personas - aprieto nuestro amarre, clavando los dedos en sus terminaciones nerviosas, el desconocido gruñe de dolor - ha aprendido de los mejores, manipular, seducir, usar sus recursos a su favor, se ofreció como un puto experimento para crear una droga que inhibe cualquier otra dada su condición.
alcanzó el cuchillo haciéndolo girar entre mis dedos
- es tan fácil hacerles creer que esa mujer, sensual, bella, no es más que una puta en el lugar incorrecto, el momento incorrecto...
Antes de que pueda procesarlo extiendo nuestras manos en la barra y al apartar la mía clavó el cuchillo en su palma dejándolo entre la ranura de la barra, donde la sangre brota junto a su grito de dolor, a través del espejo veo sus facciones distorsionadas de dolor y rabia, mientras mis ojos se ensombrecen.
horas más tarde
me acuclillo frente a él mientras susurro bajo y amenazante.
- es tan fácil haberte dejado llevarla lejos, donde nadie escuchará tus gritos cuando estuvieran solos... primero hubiera matado uno a uno a tus amigos y a ti te hubiera dejado al final.
Mas tarde
-entonces hagamos esto interesante...
golpeo a alguien que intenta atacarme y alejarme de mi nuevo compañero de bebida volcando la primer mesa con bebidas y me inclino sobre mi nuevo amigo.
- ¿No querías eso? - reitero con mi voz más sensual. incitadora ante la mirada sudorosa, aterrada del animal frente a mi.