Ingresamos por ese pasillo, todos nos colocamos los antifaces que nos fueron entregados, el mío tiene forma de unas hermosas alas de mariposa y me cubre casi todo el rostro. El lugar es como una especie de burdel, pero muy, muy elegante. todo es de un estilo antiguo, con candelabros enormes y asientos de terciopelo, en medio hay un escenario pequeño en el cual hay mujeres bailando y más al fondo se puede ver un gran salón de baile. Hay músicos tocando al igual que una cantante. Las mujeres que atienden las mesas también portan un antifaz, aunque los de ellas solo cubren los ojos, están vestidas de manera muy sexy y su atuendo deja muy poco a la imaginación. Una de ellas se acerca a nosotros, es una rubia de cabello largo y curvas muy pronunciadas, nos indica que la sigamos para asignarn