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Otro día de calvario, ya estaba harta de estar cerca de él, ya no podía soportarlo un momento más, cada que él me daba una orden sentía arder la rabia dentro de mí. Hoy a lucifer se le había ocurrido la gran idea de cenar en el jardín, y para mi mala suerte estaba lloviendo. Me rasque la cabeza cuando marcos me dijo que le llevara la cena, yo tome la charola en mis manos y respire profundo, camine a la gran puerta de cristal que daba al jardín y observe por ella al desgraciado plácidamente sentado en una pequeña sala de cristal en el centro del jardín. -no hay una sombrilla? - Le pregunte a marcos, pero el negó con la cabeza, yo saque el aire de mis pulmones y camine fuera de la casa. Corrí como una estúpida hasta llegar a él, es que ya me tenía aburrida, sé que esta mierda la hacía solo para molestarme. -porque tardaste tanto? – Me pregunto mientras me miraba con una enorme sonrisa en sus labios. Yo le puse la comida en la mesa y me senté a su lado de mala gana. -espero enfermarme para no verte la cara por un par de días– El sonrió de medio lado y empezó a comer. -mañana empezamos con el entrenamiento, y no te preocupes por la ropa, yo te presto algo de lo mío – Tome el cuchillo que estaba en la mesa y lo amenace con él, ¡ya no lo soportaba más! ¡Era un desgraciado por completo! -no creo que seas capaz de hacerlo – Me dijo el mientras metía un trozo de carne a su boca. -aun no tengo el valor para hacerlo, pero pronto lo tendré, así que no me jodas! – Le tire el cuchillo en la mesa y me cruce de brazos. -te voy a regalar un par de cremas hidratantes, las líneas de tu frente están demasiado marcadas – ¡Ay pero que bastardo! ¡Yo arrugue más el entrecejo y el muy bastardo empezó a reír, como lo despreciaba! -vete a la mierda lucifer. ¿Ahora dime cuando vas a despedirme? – El siguió comiendo y solo encogió sus hombros ligeramente. -yo no quiero estar aquí! ¡No puedes obligarme! – El dejo el tenedor a un lado y me miro a los ojos. -sí, sí puedo obligarte, firmaste un contrato el cual tienes que cumplir – Yo puse los ojos en blanco, este tipo infeliz necesitaba un par de golpes, estaba bastante segura que el jamás en su vida había recibido una buena paliza para corregir su asqueroso comportamiento, se les notaba a leguas que sus padres fueron muy permisivos y mal criadores. -ok... pero si algún día amaneces malo del estómago, quiero que sepas que yo fue la causante – Y es que ya había comprado el laxante que usaría para él, solo estaba esperando una oportunidad y esa oportunidad era definitivamente esta, él se lo merecía por completo. -no creo que seas capaz de hacer algo así... tu eres inofensiva – Este tipo definitivamente estaba muy equivocado, era una lástima que no me conociera del todo bien. Yo me levante y le sonreí ampliamente, después me acerque a el lentamente. -ten mucho cuidado con lo que te llevas a la boca de ahora en adelante – El me quedo mirando un poco pensativo, pero después sonrió. -eso es algo que tengo que ver – Yo asentí con la cabeza, este tipo me estaba retando, y lo iba a destruir en su propio juego. -que disfrute su cena, señor Luciano – Me fui del lugar corriendo para evitar empaparme con la lluvia, apenas entre a la casa me tracé un plan que no iba a fallar... *********** Victoria me llevo un café a la oficina, esta vez no se quejó de nada, solo dejo el café en el escritorio y me sonrió. -toma un trago – Le ordene, ella se acercó y bebió de mi taza, esta mujer quería ponerme nervioso. -¿algo más Luciano? – Yo le sonreí un poco y negué con la cabeza, tomé un trago de mi taza y la despedí con la mano. -cariño! – Grito la voz de mi madre, yo deje la taza a un lado y me levante de inmediato, ¿desde cuando ella estaba aquí? ¿Y por qué mariano no me había dicho nada? bastardo. -que haces aquí? – Le pregunte un poco molesto, era tan tedioso tener a mi madre cerca. -me entere de tu ruptura con esa mujer, sé que es doloroso, pero si lo piensas bien es algo muy bueno – Victoria estaba mirándonos, se le notaba en la cara que se estaba divirtiendo muchísimo. -no es mejor hablar de esto en otro lugar? - Mi madre miro a victoria que la había ignorado desde que entro. -hola preciosa como estas? - Le pregunto con una sonrisa en su rostro, victoria se acercó y le sonrió. -excelente! Su hijo me ha contado mucho de usted – A mi madre se le iluminaron los ojos de inmediato, ¡yo iba a ahorcar a victoria por su estupidez! -de verdad? Y yo que pensaba que él no me quería – Puse los ojos en blanco al oír su exageración. -él nunca tiene tiempo para mí – Se quejó mi madre con victoria, victoria negó con la cabeza y me miro mal. -deberías tratarla mejor, tu madre es un encanto – Yo no sabía si reír o llorar, ¡esto es una maldición! Y victoria se estaba aprovechando de eso. -cómo te llamas cariño? – Le pregunto mi madre a victoria, yo le hice una señal a victoria con la cabeza para que se fuera de la oficina, pero ella solo me sonrió y siguió hablando con mi madre como si nada, yo en estos momentos estaba siendo ignorado por ellas. -cariño lo que estás haciendo con ella es realmente hermoso! Te felicito – Me elogio mi madre, pero yo quede un poco confundido, ¿de que me había perdido? -gracias madre, yo siempre quiero ser una mejor versión de mi – Victoria me miro mal y yo le sonreí, si ella creía que me iba a j***r con esto estaba muy equivocada. -porque no vienes este viernes a casa? Tu abuelo también estará allí – Ir a esa reunión seria como suicidarme, así que no iba a asistir, ya el viernes le inventaría algo. -claro que si madre, allí estaré – Ella se despidió de mí y después de victoria. En cuanto mi madre se fue yo agarre del brazo a victoria. -no te atrevas a meterte con mi madre – Ella se soltó de mi agarre y me sonrió de oreja a oreja. -sí que lo hare, eso no me lo puedes prohibir, no está en el contrato – ¡Tenía ganas de estrujarla por ser tan tonta! -esto te lo voy a cobrar muy caro – Le dije a victoria y Salí de la oficina. * En horas de la noche mi celular que estaba sobre la cama sonó, yo me apresure a contestar, era mi hermano mayor Viviano. Era muy extraño que él me llamara de improvisto, usualmente solo nos enviaba un mensaje para decirnos que estaba bien y desaparecía por meses. -como estas hermano? - Le pregunte en cuanto conteste. -traerás a alguien este viernes? – Me pregunto el con algo de pereza en su voz. ¿Pero por que tendría que llevar a alguien el viernes? -no, de hecho, no pensaba ir a ningún lugar, ya se lo que nuestro abuelo nos dirá – Viviano suspiro con algo de frustración. -si llegas a esa cena, terminaras casado con alguna mujer al azar, así que te aconsejo que busques a alguien y asistas a esa reunión – Viviano me colgó. Yo me senté en el borde de la cama y miré la pantalla de mi celular por un largo tiempo. ¿A quien carajos iba a llevar yo a esa cena?
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