DE FRENTE A LA LOCURA.

Invitación,

Me tomo un tiempo en establecerme, pero lo logré, tengo un pequeño departamento al principio me debatí si comprarlo o no, pues no quería llamar la atención, quería mantener un perfil bajo, aunque era otro país y nadie me conocía no quería levantas sospechas.

Era nueva no conocía las personas y soy joven, era claro que habría algunas personas que quisieran estafar a alguien, más cuando saben que tienen dinero, más grande es la estafa. Asi que rente por un mes una habitación de hotel, investigue las zonas, los precios, todo.

Termine comprando un departamento en una buena zona, justo a tiempo antes de entrar a la universidad, porque sí, ahora podía permitirme una buena universidad.

—Hola.

—No me interesa.

—¿Puedes darme una indicación? Estoy algo perdida.

—Oh disculpa, claro a donde te diriges.

—Facultad de arte.

—Oh ya se quien eres.

—¿Cómo?.

—Keres ¿no?.

—Amm sí.

—Rosemary— me tendió la mano

—Keres, disculpa ¿Cómo sabes quien soy?.

—Bueno.— dijo mirándome raro

—Dime, no tengo problema.

Claro que lo tengo, no con ella, pero sí.

—Mira a tu alrededor y…

—Oh, ok.

—Además, te uniste a mitad de año, del segundo año.

—Mira incluso en una institución de dinero los chismes son el pan de cada día.

—Con dinero y jóvenes, por dios es la combinación perfecta, si no son presumiendo sus millones que seguramente son de sus padres están ocupados hablando más de otros.

—Jodida sociedad— le digo. —¿Entonces el lugar?.

—Cierto, soy Rosemary.

—Lo se.

—¿Cómo?— dice nerviosa y me hace la seña para que la siga —¿Tambien hablan de mí?.

—No, bueno no lo se, te presentaste hace unos momentos.

—Es que me pones nerviosa, digo me pongo nerviosa.

—Entiendo— le digo sonriendo —¿Tambien estudias arte?.

—Sí, estaremos en el mismo…

—¿Pasa algo?.

Miro para donde está mirando y no noto nada fuera de lo normal.

—A veces mi hermano anda por aquí y bueno es como si me vigilara, dios tengo 20.— me mira —¿Tienes hermanos?.

—Soy hija única.

—A veces odio a mi hermano, pero no te envidio sabes.

—Claro— me rio —Tengo 18— le digo

La sigo y llegamos a la clase, quede maravillada, tal vez porque nunca me imagine que pudiera estudiar artes, digo menos en esta universidad.

Me quedé impresionada la clase de talento que tienen y de lo duro que son los profesores, en mi loca imaginación no se, imagine que eran hippies, como el profesor de Tori en victorious.

Los alumnos me miraban, se creían superior porque entre con beca, piensan que los que tienen beca no tienen dinero y porque no visto ni exhibo marcas en cada parte de mi cuerpo… Rose, me callo bien, es increíblemente agradable, divertida, ya tengo su número y una invitación a salir.

Los días pasan y en un abrir y cerrar de ojos paso un año, un bien vivido y trabajado año.

—Vamos.

—¿A dónde vamos?.

—Por favor llevo hablando de esto por dos meses, Keres no me digas que me has ignorado.

—No, tengo trabajos que terminar.

—¡Es una fiesta de disfraces!.

—Es una fiesta de máscaras— le corrijo

—Irá mi hermano y su amigo, están por graduarse asi que…

—Pensé que odiabas que tu hermano te vigilara.

—Cierto, pero tiene una mesa vip y tendremos tragos gratis.

—Rose.

—No seas amargada, además pediré una botella para celebrar tus memorables diez y nueve años.

—Aún no es mi cumpleaños.— suspiro —Pero está bien.

—¡Genial!— dice aún más animada —Dame tu dirección y paso por ti.

—Que tal si nos vemos ahí, llegare puntual lo prometo.

—Tienes que estar ahí antes de que llegue.

—Sí, qué tipo de vestimenta tengo que llevar.

—Es de fantasía, elegante, pero de fantasía, ese era el tema fantasía y después le agregaron las máscaras, para darle más misterio.

—¿Dónde conseguiré un traje a esta hora?.

—Mi disfraz es de un hada, aquí compré el mío.— me entrega una tarjeta —En realidad está basado en el mundo de fantasía, hada y todo eso.

—¿A qué hora nos vemos?.

—Ocho.

La miré irse para después pasar la vista a la tarjeta me tomo unos instantes darme cuenta de que lo que me dio no fue la tarjeta del lugar, sino la de la universidad.

Bendito los dioses que me mandan esa paciencia, si no la amara tanto dejaría de ser su amiga. Salí caminando de la universidad y caminé ala parada de autobús, me planteé comprarme un carro o algo asi, pero no se manejar y siendo sincera si le digo a Rose me gritaría mucho.

Cuando llego a mi departamento busco en Pinterest ideas, busque desde vestidos de fantasía, hadas, me salieron trajes de juego de tronos, que me vi tentada, pero joder esas fiestas eran de ricos, tenía que ser muy elegantes y estoy segura de que bailan vals.

Busque la primera tienda que vendiera vestidos de gala de fantasía, pero que no lleguen a ser disfraz del todo, cuando llegue definitivamente mire unas cosas que me gustaron, pero cuando le mostré mi inspiración, la empleada me miro y me dijo tengo el traje indicado para ti. Debió añadir que me costaría varios miles, muchos miles, pero este traje gritaba Keres.

Pinte mis manos de n***o como si la oscuridad avanzara por ellas, me puse un vestido sencillo n***o con una abertura en la pierna, sobre el vestido un corsé color oro de puro metal que formaban flores y otras figuras. Por encima de este tiene una capa cuyos hombros eran rígidos con las mismas formas del corsé, la capa no era larga era lo suficiente grande y de un material parecido a encaje con seda, con las formas del corsé y las hombreras.

El Uber me miro raro, estoy segura de que me juzgo podía mirarlo en su rostro y casi escuchaba esta juventud de ahora. Cuando llegue no se me dificulto encontrar a mi Rose parada con cierta desesperación.

—¿Eres mi hada madrina?— pregunté

—¡Me asustaste!— grito y me miro en segundos —Tu hada madrina y todo lo que quieras.

—Me encantas.

—Lo se— dijo sonriendo —Vamos, mi hermano entro antes, que por cierto dijiste que llegarías antes que yo.

—Estoy segura de que tú llegaste antes.

Rose da nuestros nombres y nos permiten la entrada, en cuanto entre, parecía perra, de tanto wow wow y si, todos estaban elegantes de traje de gala claro había princesas con alas, hadas, príncipes, todo muy elegante, pero eso sí, no había vals, no al menos ahora. Es decir no había nada, si había música, pero nadie bailaba.

—Rose— le dije mientras caminábamos

—No me digas que te quieres ir.

—Nadie baila— en cuanto le dije se paró —Nadie.

—¿Por qué?— me pregunto

—Yo que se.

Estábamos ahí paradas mirando como esta gran fiesta se convertía en un desastre y bueno hay ocasiones donde es tu deber hacer algo, este era mi ocasión.

—Si tuviera treinta— dije

—No comprendo.

—Seré Jenna Rink, solo que no será Thriller.

—Keres.

—Es mi deber.

Me acerqué con el DJ, le dije cuál canción quería y de inmediato me dijo que sí, si fuera Jenna este sería un Déjà vu. Xtasis comenzó a sonar, las miradas se postraron de inmediato en mí, pero para ser sinceros me importaba muy poco.

Me dejé llevar por la música, Rose apareció y comenzamos a bailar, disfrutando del momento y claro dando por inaugurada la fiesta de máscaras y fantasías.