Oscuro y vacío.

1594 Words
—Mila— le hablo —¡Mila!. La puerta de mi oficina se abre y entra Mila con Minerva. —¿Qué pasa?. —Creo que cuando caí— toco mi cicatriz —Llama a una ambulancia. Nos miramos unos segundos y me veo cayendo, siento como mi cuerpo convulsiona, algo está mal, lo puedo sentir, pensé que era un simple dolor de cabeza, algo está mal y el miedo me consume. Los paramédicos me suben a la camilla, dioses puedo ver todo, pero no puedo hacer nada es como si no estuviera en mi cuerpo, como si mi alma estuviera fuera de mi cuerpo, pero puedo sentir ese dolor. Minerva viene conmigo, llora mientras sujeta mi mano, Mila parece gritarles a los paramédicos y al celular cosa que me confirma que algo va mal. Siento el golpe cuando me bajan de la ambulancia y el aire pasar cuando corren al hospital. —¿Qué fue lo que paso? Maldita sea Keres— dice Maciel —Muchas cosas, pero no se dijo que se cayó, que le hablara la ambulancia y ha convulsionado. —¿Se golpeó la cabeza?. —No lo se, mierda está toda asi no hace nada. —No se cayó— dice Minerva —¿Quién mierda eres tú?.— pregunta Maciel Me cambian de camilla y me comienzan a llenar de cables junto a aparatos que no me gustan. —El señor Monroe la aventó y si se golpeó la cabeza, pero estaba bien solo unas raspadas. —¿Hace cuanto?. —Una hora, no lo se— dice Minerva. Maciel arranca los cables y grita que me lleven a tomografía, las luces pasan rápido, me meten a esa máquina que hace mucho ruido, trato de alejar el miedo, hay personas que me esperan y que me aman, no pasa nada. Y lo siguiente que pasa es que todo se vuelve n***o, n***o y vacío, terriblemente vacío. —¿Cuándo va a despertar?. —La anestesia está saliendo de su cuerpo señor tiene que calmarse. —¡Despertó! ¡Keres!. Me pesan los párpados, pero lucho por abrirlos. —Reflejo pupilar bueno ¿Tienes dolor o algún otro síntoma que…? —¡Keres! ¡Keres!. Miro a la ventana y está Elijah gritando como loco, con todo el esfuerzo del mundo levanto mi brazo y le enseño el dedo del medio. —Sí, está bien, muy bien— dice Maciel —¿Casi me voy para el otro mundo?. Me comienza a decir por qué fue lo que me paso y que me salve de que no fuera a mayores. —¿Qué haces aquí?.— le pregunto a Minerva —Se niega a irse— me dice Maciel —¡Keres hablemos!. —No puedes hacer que se vaya— le digo a Maciel —No quiero verlo, por su culpa estoy aquí. —¿Quieres que llame a seguridad?. —¿No son ellos?— señalo a los dos hombres que impiden que pase Elijah. —Sí, pero les puedo dar la orden. Le digo que si moviendo la cabeza y solo pensar que mi salud está en peligro otra vez por él me dan ganas de matarlo, no entiende que tengo vidas que proteger. Grita que hable con el mientras se lo llevan a la fuerza. —Tengo otros pacientes, solo quería estar cuando despertaras, vengo mas al rato sí. —Anda ve a trabajar. —Te amo Kers. Se va y me quedo incómoda con Minerva, a pesar de que era la hermana de Ana, me siento incómoda, aunque sus vibras son buenas. —Todo esto paso por mi hermana y mi madre. —Sí, pero ese idiota de mierda me empujo y me caí. —¿Lo amas?. —¿A quién?. —Al señor Monroe. —No. —Pero te afecto la noticia del embarazo. —¿Si es de él?. —Sí, el médico del señor Monroe lo comprobó. —Idiota de mierda. —Si no lo amas ¿por qué lo maldices?. —Porque me gusta, desgraciadamente sus brazos se siente como si fuera mi casa, se siente cálidos y me gusta como me siento. —Se nota que le importas. —Si le importara no se hubiera acostado con tu hermana, mucho menos me hubiera tratado asi. —¿Puedo decir lo que pienso?. —Claro. —Creo que Elijah está contigo porque te pareces a Ana o bien porque eres Ana, mi madre dijo que le gustaba Ana. —Ana, Ana fue una víctima de tu madre y tu hermana. ¿Quieres que te cuente una historia?. —¿Sí?— dice con duda —Había una vez una niña que siempre había querido conocer el mar, su madre no tenía dinero y trabajaba para darle todo a su familia, ella la admiraba porque hacía todo por hacerlos feliz, los años pasaron y esa niña creció hasta ser una joven. Una que estaba lista para comerse al mundo, joder no estaban preparados para ella. Un día su madre le cumplió su sueño, fueron al mar, disfruto la sensación de la arena en sus pies, el viento su cabello, pero solo era eso un sueño, porque en instantes se convirtió en una pesadilla arruinando las ganas de comerse al mundo. El frío y oscuro vacío la acompañaron hasta que le contaron por qué fue que su sueño se convirtió en una pesadilla, porque su madre nunca la despertó, la dejo ahí para que muriera en ese frío y oscuro vacío lleno de pesadillas. —¿Por qué su madre la dejo que muriera?. —Porque las pesadillas de una, se convirtieron en los sueños de otras, sueños con un valor de ocho punto cinco millones. —¿Eso costaron las pesadillas?. —Sí, ese poco dinero fue el costo de las pesadillas en ese vacío oscuro. —¿Qué paso con los restos después de su muerte?. —Se volvieron parte de ese vacío oscuro, pero no de esa forma sus restos florecieron y un árbol creció, para asegurarse de quien termine en ese oscuro vacío pueda trepar por sus ramas y escapar. Se me queda mirando con lágrimas cayendo en su rostro. —Es tu historia ¿Verdad?. —Entonces alguien que nació en ese vacío oscuro, miro aquel árbol hermoso y trepo, trepo escapando de la oscuridad, aunque la oscuridad ya era parte de ella. —Entonces, tú… La puerta del cuarto se abre, entra Elijah y Francis saca a Minerva de la habitación. —No es posible que me obligues a hacer esto solo para poder hablar contigo.— me dice molesto. —No es posible que no entiendas que no quiero verte ni hablar. —¿Por qué?.— se pone frente a mí —¿Por qué?. —Solo vete, estoy cansada. —Vamos Keres dime ¿Por qué mierda no quieres hablar conmigo?. —¿Por qué te acostaste con ella?— le pregunto Mi pregunta lo hace retroceder, me mira y es como si estuviera buscando las palabras correctas, pero no hay palabras correctas para decirme el porqué. —No lo se— me dice cansado —No se qué mierda paso, yo recuerdo que la corrí y me quede dormido y soñé contigo, soñé que te tenía sexo contigo y solo se quedó asi, solo un sueño. —Eres muy malo conmigo— le digo —Te cogías a ella pensando que era yo, ¡Yo, Keres Thompson!. —No fue asi, claro que no nunca haria eso, solo te quiero así. —Entonces que ¿Te drogaron y te obligaron?. Se queda callado. —¿Te drogaron?.— le pregunto preocupada —Elijah. Saca su celular, está como impactado. —Tabita, el día del peluche— me mira y pone el altavoz —¿Pusiste un incienso en mi habitación?. —No, no usamos inciensos en la casa. —Habia uno en mi habitación y estaba Michelle desnuda. —Se lo que piensas— dice Tabita —Es posible ¿Quieres que investigue?. —Tabita. —Si es lo que pienso, deja una marca en el lugar donde estaba, conseguiré la solución y rociare el lugar, Elijah dime ¿dónde estaba el incienso?. —Entrando— le dice —En la lámpara de la pared. —Investigare. Tabita cuelga y Elijah me mira, abusaron de él, se que lo averiguara Tabita, pero la idea de que sea verdad me pone mal. —¿Eso cambia el porqué no me quieres ver?. —No— le digo —Lo siento si es verdad, pero no te quiero ver, porque rompiste mi corazón, fuiste cruel conmigo, me lastimaste, prometiste cuidarme y me tiraste al piso, me mandaste al hospital, Elijah ¿sabes cuanto miedo me dio? Te dije que tengo personas que cuidar, te lo repito siempre. —Reaccione mal— me dice y puedo ver sus ojos rojos evitando llorar —No me di cuenta de que te tire al piso, me asuste, no por ella, sino por el bebe, él no tiene la culpa. —Me rompe mas el corazón el saber que pienses que le hará daño a alguien embarazada. —No se porque estoy actuando asi Keres— pasa las manos por su rostro —No me reconozco, perdóname, perdóname por favor. —Y sabes que mas me duele— le digo —Que por ti soporte una mierda de cosas y ninguna de esas me mando a quirófano, pero con un solo golpe me mandaste al hospital.
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