Después de un buen rato empezaron a moverse, hizo un ademán con su mano e hizo aparecer una botella con la sangre para dárselas, primero se levantó ella, miro con sus ojos rojos, Alexander le dio la mano y dijo —Suegra, aquí esta esto ¡tómese despacio! Mientras despertó el padre de Martha asi mismo con los ojos rojos, pero ya Alexander estaba cerca y le dio la botella con sangre, la olió, le gusto y empezó a tomárselo. —Alexander ¡esto está rico!, jajaja, ¡yo bebiendo sangre! —Si está rico —Vengan conmigo, quiero enseñarles donde están las otras para que se alimenten Llegaron a la bodega y les enseño cuáles son los estantes de ellos. —Ahora vamos para enseñarles lo que pueden hacer Salieron al patio y las risas no se hicieron esperar, se equivocaban bastante, al volar chocaban ent