—Oh, yo también quiero Alexander, yo también quiero Alexander miro a Martha que estaba sonriente —¿En verdad quieres ser vampiro Anthony?, y ¿puedo saber por qué? —Es que amo a mi hermana y... ¡no quiero morir!, eso pasa —Jajajaja, mi cuñado, mi lindo cuñado, está bien hombre, pero... ¡es doloroso! —No me importa, ¡quiero ser vampiro! —Perooo... vas a despertar con hambre y voy a tener que amarrarte para contenerte, son unos minutos nada más, además, jejeje, vas a querer que te posea y eso no quiero, me encanta pero no. —¿Qué cosa?, ¿en verdad pasa eso?, pero ¿por qué?, debería pedir sexo con mujeres y no pedirte que tú me poseas —Es que... ¡yo soy vampiro puro!, el único y eso pasa siempre sean hombres, mujeres o brujas lo que sea me desean y que puedo hacer yo, jeje —Bueno si