Punto de vista Violeta No conocía sus labios, estaba muy lejos de recordar el sabor de sus besos, pero no podía negarme ante la sensación que provocaba su lengua dentro de mi boca. Sus manos grandes apretaban mis nalgas, haciendo que mis caderas se estremecieran de manera involuntaria y se pegaran contra las suyas, sintiendo como su abultado bulto crecía frente a mí. Salvatore, sin dejar de besarme me condujo por las escaleras, yo seguí su juego, como si sus manos tuvieran el completo control sobre mí, maldito seductor, apenas podía sentir sus jadeos dentro de mi boca las pocas veces que se separaba para tomar aire. Me gire para subir los escalones, y él se hizo tras de mí, sus manos acariciaron mi cuerpo, mientras que me besaba la nuca. Corrió mi cabello hacia un lado para tener m