—Es una sorpresa encontrarte aquí, en Van. —Mayor es la mía, Kerem. La mujer se le quedó mirando. Kerem era esa clase de hombre que a pesar del paso de los años no perdía su atractivo, en cambio aumentaba. Se veía extremadamente sexy, incluso más que cuando había estado con ella, entrando a sus treinta. Adalet se quedó pasmada ante las circunstancias, al mirarlo, recordó todo lo que había pasado durante el tiempo en que estuvieron juntos y los recuerdos la golpearon para bien. Nunca había encontrado un amante así. Una ligera sonrisa apareció en los labios del hombre al notar la descarada forma en como ella lo estaba mirando. Miró a su esposa quien seguía demasiado ocupada cumpliendo con sus antojos como para percatarse de lo que estaba ocurriendo. —Pensé que nunca volvería a vert