Harry
Había algo en todo esto todo encajado, quizás era el fuerte dolor de cabeza que ahora me acompañaba o el hecho de verme acostado al lado de una mujer que no era mi esposa, una mujer con la que ni siquiera recordaba haber hecho algo, para ser sincero no recordaba nada de lo que había hecho después de mi encuentro con el alcalde de la ciudad.
Intenté sentarme, la cabeza me daba vueltas, estaba mareado, aturdido, pasé la mano por mi rostro.
La cabeza me da vueltas como una calesita, mi boca se encontraba seca, mi estómago parecida tener un hueco justo en el medio, no me sentía así desde la última vez que había decidido beber hasta perder prácticamente el conocimiento, fue la única vez que desperté con una resaca de los mil demonios y tres mujeres a mi lado.
Pero ahora estaba seguro
