Diana
Me quedo observando su espalda mientras que se aleja caminando hasta uno de los pasillos, sé que en este momento se está yendo a encontrarse con su amante y quizás debería estar yendo detrás de él, pero tengo algo mejor que hacer, pues todavía estoy segura que no van a hacer mucho más que darse un par de besos antes de empezar con la acción, lo que me dejaba al menos cinco minutos de ventaja para poder encontrar a la mujer del vestido rojo, una mujer que había visto a las afueras de la iglesia.
Comencé a caminar por el salón esquivando gente y saludando con la cabeza, solo hacía leves movimientos con ella hasta que la figura de otra mujer se me paro enfrente, me frené en seco y observé su vestido fucsia chillón, la piel blanca, las joyas que adornaban su cuello, sus uñas que llevan
