Prólogo

1404 Words
Capítulo 1 Prólogo. Abro mis ojos y aún siento el dolor en mi pecho por la lo que sucedió ayer, veo mi habitación y todo a mi alrededor parece irreal, me siento como una completa estúpida. Ni siquiera se me ocurre nada y tampoco una idea de dónde buscar, quisiera una explicación sobre que sucedió, pero sé que no la voy a tener, pasé años amando a un hombre que jamás me amó. Me esforcé tanto por ser ideal para él, por ser aceptable y nunca fui suficiente, eso me duele en lo más profundo de todo mi ser. Estoy encerada en mi habitación y todavía tengo el puto vestido puesto, me miro para darme cuenta lo ridícula que me veo usando está porquería. Mis ojos fueron abiertos para enterarme de que el amor no existe, que solo es una cosa que cuentan para ilusionarte y hacerte creer en algo bonito. Yo lo creí y salí muy mal de todo esto, imaginé que podía ser feliz con esa persona y que tendría muchos hijos. Típico de una chica ingenua, a veces debemos entender que la vida es ruda y te enseña de la peor manera la realidad. Es bastante cruel, pero es lo mejor para entender que no todo es color de rosa. Me levanto de mi cama con una migraña de los mil demonios solo para recordar todo lo que ocurrió anoche, ni siquiera las botellas de whisky que tomé me hicieron olvidar lo que ocurrió, vuelvo a tomar la botella que está en la mesita de noche y tomo un gran trago que hace arder mi garganta, me siento en el piso y las lágrimas vuelven a salir como río que recorre por mis mejillas, me siento dolorida y sin ánimos de seguir viviendo, sé que dicen que sé un corazón roto nadie ha muerto, pero pienso que es una gran mentira, eso duele como una puta puñalada. Arde hasta lo más profundo del alma… Solo pensar lo que ocurrió y el dolor que provocó dentro de mí hacen que vuelva a tomar otro trago más largo de mi botella casi terminada. Cada maldito recuerdo me duele como un cuchillo clavado justo en mi corazón, ni siquiera sé si deseo sacar ese cuchillo, o dejarlo ahí. Mi cabeza da vueltas al asunto tratando de comprender algo, pero no hay nada que me dé un indicio que esto iba a suceder. Flashback. Estoy tan emocionada, por fin tengo lo que tanto soñé, ya pude graduarme de la universidad con buenas calificaciones, también tengo un buen trabajo en la empresa de diseño más importante en la ciudad y pienso que toda está saliendo muy bien. Pero lo mejor de todo es que tengo a mi lado al amor de mi vida, ese hombre que siempre me ha apoyado y jamás me dejó un solo momento, sé que de un tiempo acá ha estado ocupado, pero ya solo estamos a horas de nuestro gran comienzo felices como siempre había soñado, es que solo pensar que estaremos contrayendo matrimonio siento tantas emociones mezcladas, alegría, nervios, ansias toda esa en mi cuerpo y estómago. Estuve planificando esta boda durante 8 meses atrás, desde que me propuso matrimonio fui la mujer más feliz de este planeta... Tengo mi hermoso vestido diseñado por “bárbara Gamboa” la mejor diseñadora del país y me siento como una princesa en ciento de hadas, mi familia espera en la iglesia para ese gran momento y todavía parece un sueño. Ya estoy lista para mi gran momento, me maquillaron y peinaron y estoy reluciente, camino al auto que me llevará a la iglesia y cada segundo que transcurre los nervios me ganan, entro al auto con mi madre Viviana y se le ve igual de feliz que yo. Me sonríe dulcemente y ambas entramos al auto, durante el camino debo sostener la mano de mamá para controlar mis nervios, ella me da palabras de aliento y me hace sentir mejor. Al llegar a la iglesia mi padre está afuera esperándonos para llevarme al altar, mamá baja y veo que papá se le acerca, él le dice algo que no logro escuchar, pero cuando bajo del auto mamá se ve algo preocupada, aunque pregunto que sucede ella no dice nada y entra a la iglesia. Papá solo sonríe y yo sé que algo sucede y no quiere decirme, él me mira y pone sus manos en mis mejillas —Cariño ¿Sabes que siempre quiero lo mejor para ti cierto?— yo asiento un poco confundida, porque no sé a qué se refiere mi padre —Sí, papá, pero ¿por qué lo dices?— hace una mueca y rasca su cabeza. Él no es así, sé que algo sucede y estoy empezando a preocuparme. —¿Qué sucede papá?— digo en un tono un poco exasperado, me toma de los hombres suavemente y me mira a los ojos —Cariño, él no vino y creo que no vendrá— abro mis ojos como platos y la sensación que siento en este momento es indescriptible. No pierdo aceptarlo y quiero entrar para asegurarme que no es una broma del más gusto, aunque mi padre no tiene esa costumbre, sé que es solo una broma. — Tonterías, papá, ya déjate de bromas— digo mientras avanzo a la iglesia, él me pide no entrar y yo no obedezco a su voz, si tan solo hubiera obedecido… Empujo las grandes puertas con mis manos y veo un altar vacío, las personas que están en la iglesia me miran y siento que sus ojos me mutilan, no soy capaz de creer lo que está pasando y salgo inmediatamente, busco mi celular desesperada en mi bolso y marco su número con la esperanza de que solo haya sido por culpa del tráfico que no está presente en un día tan importante para ambos, o bueno para mí si lo es. Suena una y dos veces vuelve a sonar otra vez y pierdo control, papá me toma por los hombros y trata de hacerme entrar en razón, pero estoy muy aturdida para entender —Victoria, ya para él no vendrá— yo niego con mi cabeza varias veces y siento como mi corazón se quiebra en miles de pedazos. —No, papá, no es así el sí vendrá, solo hay mucho tráfico le volveré a llamar— digo tratando de calmarme, pero papá me quita el teléfono de las manos. Lo miro atónita y trato de quitarle el teléfono —¿Qué haces papá? Déjame llamarlo por favor te lo suplico llámale, él tiene que venir, yo… yo no puedo papá— rompo en llanto y mi padre me abraza. Fin del Flashback. Ahora no soy ni la mitad de la victoria feliz que solía ser, me duele el pecho y el corazón, está es un mal chiste que jamás pensé que me pidió suceder. Escucho que tocan la puerta y a duras penas puedo levantarme para abrir, al girar la perilla veo en rostro de mamá que luce aturdido y se ve que estuvo llorando, me ve con dolor y niega con su cabeza llevando sus manos a la boca, luego me abraza con fuerza y rompe en llanto. —Oh, cariño no sabes cuánto lo siento, mi pequeña Vicky— No puedo hacer más que quedarme estática sin moverme ni decir nada, ya estoy seca y no puedo sentir nada, algo dentro de mí se quebró y jamás volveré a ser la misma persona. Dejo que los brazos de mi madre me envuelvan como cuando era niña y me dejo sumergir en mi tristeza. La vida te da golpes duros, a veces suelo comparar con un ring de boxeo. Recibes un golpe bajo como este y quedas sin aliento, yo me siento así en este momento. Cómo su hubiera recibido un puto golpe en mi estómago que me robó todo el aire. Lo estúpido es que no sé cómo carajos levantarme de este golpe bajo, pero solo se una cosa, que lo haré y cuando eso suceda volveré mejor que nunca para demostrar que victoria Cassano es la puta jefa, de ahora en adelante los hombres se rendirán delante de mí y yo seré quien domine. Nada de enamorarme, eso es cosa del pasado y si hoy estoy derrotada mañana me levantaré con más fuerzas que nunca y nada ni nadie me va a detener.
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