La mañana había llegado después de una extraña noche, Alice se sentía muy reconfortada entre los poderosos brazos de Hades donde se había quedado dormida, despertando por inercia como cada mañana hacia, recordó los eventos que habían tenido lugar la noche anterior cuando el apuesto ojos de zafiro se había colado por su ventana, incorporándose un poco, se percato de que ambos se habían quedado dormidos sobre el suelo, agradecía infinitamente que Rebecca no entrara a la habitación sin avisarle primero, no tendría idea de como explicarle a ella y a su marido lo que hacia Hades Dogaru allí, sinceramente ni siquiera ella entendía el porqué, pero, por supuesto, se podría dar a todas las malas interpretaciones del mundo aun cuando no hicieron nada indecente, además, Becca no le iba a creer eso, m