Capítulo 9
La nueva identidad de la invasora
La mujer separo el hermoso rostro del hombre de su oído tomando distancia de él, retiró los largos y un poco ásperos dedos que permanecían sosteniendo su barbilla con delicadeza y lo miró fijamente, sus ojos claros en este momento estaban llenos de asombro mientras miraba los ojos cafés del rubio que permanecía inexpresivo frente a ella; pues, aunque sufrió una lucha interna cuando sintió su cálido aliento en su oído y en su cuello, definitivamente escuchó algunas de sus palabras más importantes, pero…
Después de un par de minutos de comprensión, definitivamente tuvo que contenerse para no reírse a carcajadas solo pensaba
‘Eres tan apuesto, ¿Por qué tienes que ser tan arrogante?, tengo tres días en Nueva york y no he escuchado hablar de esa
