Octavia Exhalé profundamente mientras miraba mi reflejo en el espejo de la pequeña tienda de tatuajes. A mi lado, Sam, mantenía una sonrisa traviesa en el rostro. El tatuador, un tipo con una gran cantidad de tatuajes en sus brazos, preparaba su equipo en silencio, listo para plasmar el diseño que había elegido en mi piel. —No puedo creer que realmente me hiciste hacer esto —le murmuré a Sam con un deje de incredulidad en mi voz. Mis ojos reflejaban una mezcla de emoción y ansiedad mientras sostenía la imagen del tatuaje en su mano. Sam cruzó los brazos y me lanzó una mirada ligeramente retadora. —Necesitabas hacerlo, Octavia. No parabas de hablar de ese sueño, y sé que te ha marcado profundamente. Nunca te había visto tan enfocada en algo como eso. Como tu hermana y mejor amiga, tenía