«Brad: demasiado bajo. Alejandro: se tira a todo lo que se mueve. Paul: gay. Scott: no tenia ningún tema de conversación, salvo hablar de video juegos, era u friki que no caía en cuenta que pisaba los treinta». Qué raro. Sentía una presión en el pecho, pero no estaba seguro de lo que era. Si tuviera tenía que definirlo diría que era... ¿enfado? ¿Y por qué le iba a enfadar que su madre quisiera emparejarla con alguien? Se froto la cara con las manos. —Bien. Hablaré con ella. Pero no te ilusiones mucho. No tiene el más mínimo encanto, así que te costará salirte con la tuya. —¿Sabes, Marcus? —Dijo su hermano—. Creo que todo el mundo estaría de acuerdo en decir que tú eres el único que tiene problemas en el trato con ella. Marcus miró alrededor de la mesa y frunció el ceño al ver que