Sierra Me paré afuera del pequeño edificio en el borde de la ciudad, tomada de la mano con mi compañero. Después de mi turno, dormí durante dos días completos. Mi compañero se quedó a mi lado todo el tiempo. Una vez que me desperté, no podíamos dejar de tocarnos. Aprendimos que ahora puedo cambiar de forma libremente, lo cual es extremadamente liberador y un gran impulso de confianza para mí y mi lobo. Lo atribuímos a habernos marcado mutuamente. Debe haber liberado algo en mi cuerpo híbrido loco que me impidió cambiar antes. —No tienes que hacer esto. —Edward comenzó por centésima vez hoy. —Quiero hacerlo, solo es nuevo y lo nuevo es emocionante, pero también me da miedo —dije, dándome vuelta para enfrentarlo. —Puedes enlazarme en cualquier momento o mandarme un mensaje si estás dema