Tomados de sus manos fueron a la cocina y Sebastián se sentó en una silla larga de madera cerca de la mesa. —¿Leíste la nota? —preguntando Emilia. —Sí, me preocupaste al no verte en el cuarto. —dijo Sebastián. Ambos se miraron. —Pero siempre vas a tu oficina cuando llegas antes de verme creí que te darías cuenta por eso dejé la nota en tu despacho. —dijo Emilia. —Lo sé, pero tenía planeado que fuéramos al cine y no estabas. —dijo Sebastián. —Lo siento. —respondió Emilia. Ella sirviéndole en un vaso de vidrio agua le dio la vuelta a la barra para estar frente a Sebastián, el tomo el agua que estaba fría. —No espera, pero recibiste el mensaje porque iba a tomar el autobús el lunes por la tarde porque por la mañana la mudanza se llevará las cajas para haya, ¿Qué haces aquí? —pregu