En ese laboratorio secreto estuvieron por unos largos días sin conseguir nada. Estiben se dedicó, fue a aprender la tecnología de los otros, no era muy diferente, sin embargo, le ayudó a comprender tantas cosas. Hasta que su cabeza le dolía como si tuviera una bomba a presión adentro, en esos momentos sabía que lo único que le ayudaba eran unas cervezas frías, que habían sido una de sus exigencias. Ahí compartían con científicos de ambas especies tratando de hacer algo para darles ventaja en la guerra. En vez de una cosa para evitar el cataclismo. Pero nadie se atrevía a cuestionar las órdenes de los dos dictadores, también se dio cuenta de que esos seres eran muy sentimentales. Se la llevo mucho con ser llamado Lucinio cuya estructura era diferente a los demás como la luz de un témpano de hielo, este le explico muy bien su ciencia, además le dio unas clases de historia de su civilización que sorprendentemente era muy similar a la de aquí. Sin embargo, la charla que cambio el curso de la historia fue esta la que empezó Estiben:
—Lucinio, ¿por qué los de acá tienen una estructura diferente a los de mi país y a ti?
El ser pálido, cuya voz también diferenciaba de las demás, produjo su ruido contestando:
—Somos diferentes razas, resultantes de la adaptación a nuestro ambiente durante milenios; sin embargo, todos somos iguales en el interior, aunque muchos se creen mejores y provocan guerras por imponer sus ideales o creencias como…. Bueno, aquí hemos tenido muchas guerras, pero no se había surgido la idea de armas de fuego, nuestras mayores armas eran unos garrotes. Ahora por eso estamos trabajando en ello, Altares realizará una guerra global y necesita una buena ventaja.
Estiben se encontraba ya ebrio por solo 18 cervezas que bebió de sobremesa, entonces no midió sus palabras diciendo:
—Ja, no sé cómo no se les ocurrió eso, ustedes ante mi vista son seres de ondas luminosas, para destruirlos sería hacer un láser que vibre un poco menos en su frecuencia, tampoco entiendo cómo no han desarrollado un dispositivo que pueda ajustar sus vibraciones para este plano o viceversa debe ser como lo que hace un radio o un bluetooth o algo parecido. Ni siquiera entiendo por qué un hombre desea ser dueño de un país. Aunque nunca lo va a poder conocer por completo o a sus pobladores, ¿por qué el hambre de poder no se sacia? De seguro que si llegaran a descubrir como pasar de una dimensión a la otra no faltaría el líder que quisiera adueñarse de ambos mundos solo por tener el título de primer gobernante multidimensional.
Diciendo esto cayó en un sueño profundo, las cervezas lo noquearon, además de un golpe del guardia que los cuidaba.
…
Después de una noche de un sueño tranquilo, Estiben despertó transformado en un prisionero.
¿Qué le había pasado? Entonces poco a poco recordó cómo le pasaba cuando se levantaba luego de una gran noche de copas, como cuando no recordaba donde había dejado su moto, o como había llegado a casa, recapitulo su situación sintiendo no solo el dolor de la resaca sino el del golpazo que le propino un traicionero guardia.
Estaba aún en el laboratorio, que ahora estaba lleno de muchos científicos trabajando arduamente, fue asustado por escuchar la horrible voz del dictador Pontón que le dijo:
—hay pequeño Estiben, yo lo veo todo, lo sé todo, sabía que estabas dilatando el avance a propósito, que no estaba comprometido con la causa, afortunadamente siempre voy un paso adelante de todos, eres muy inteligente, no sé cómo no se te ocurrió que Lucinio es un agente entrenado, su misión siempre fue esa, la de ganarse tu confianza para saber qué era lo que realmente estabas planeando, mira gracias a ti ya estamos fabricando armas láser, y el portal ya casi está listo, con él una gran cantidad de soldados entraran a este mundo, quienes bajo mis órdenes machacaremos al pequeño emperador Rodríguez, junto a todos los de las razas inferiores de ese país, y después a todo el mundo, lástima que usted no va a tener el placer de ver esa realidad, porque en este momento he decidido que la suya termina.
El dictador sacó su pistola característica, entretanto Estiben vio cómo su vida pasó en unos segundos por su cabeza, en realidad no era mucho que recordar, pasó siempre trabajando de sol a sol, o pasando hojas de vida, fracasos. Recordó la imagen de cómo los verdugos en el desierto arrodillaban a la víctima, qué sumisa solo lloraba esperando a que le cortaran el cuello. O esperarían a Superman o un milagro. Tal vez el miedo a morir los congelaría, pero si se puede hacer algo, o quizás tenga una mínima oportunidad, que por más mínima puede hacer la diferencia para salvarse. Igual ya estaba sentenciado a muerte.
Fiero se abalanzó contra el dictador, agarrándole el arma tratando de quitársela, lo que provocó que los guardaespaldas lo golpearan a culatazos y choques eléctricos. Esto ocasionó aún más la ira del dictador Pontón, quien nuevamente con más odio también lo agarró a cachetadas y puntapiés, hasta que de nuevo le apuntó con su arma para proceder a descargársela haciendo su característica cara de loco que pasaba de una mueca de risa tenebrosa a una impávida cara inexpresiva.
De pronto, lo que él no se esperaba, sucedió, no fue un superhéroe, sino que comenzaron a sonar explosiones, el palacio estaba bajo ataque, aunque estaban relativamente a salvo por estar en el subsuelo, el pánico los invadió. Si supuestamente ya tenían la guerra ganada, entonces ¿por qué o quién los atacaban? Estiben aprovechó la confusión para escapar torpemente, provocando que unos soldados y el tirano le dispararan. Corrió entre las mesas de laboratorio. Milagrosamente por su tontera, tropezó esquivando las ráfagas, cayó de bruces, pero no le alcanzó para salvarse de una terrible explosión que provocaron unas balas en unos aparatos del complejo que hicieron corto circuito, creando una violenta explosión que destruyó medio del búnker.