Llegaron a la capital a tiempo para advertir a Pólux, quien en persona fue a recibir al famoso científico, que pregonaba que podría ser la solución a sus crecientes problemas. Aunque ese hombre desconocido no aparecía en ninguna base de datos, Así que mejor ahorrando molestias e infiltraciones, lo envió a su famoso cuarto de interrogación o como él lo llamaba su «habitación roja». Ese era el color de ese cuarto. El cual estaba totalmente teñido de sangre. Por lo menos ese color es el mismo en ambas dimensiones. El líder empezó con las típicas preguntas:
—Señor Estiben, ¿cómo es que sus huellas no están en ninguna base de datos?Y su nombre es muy ridículo, ¿usted es un espía? ¿Cómo hizo para escaparse de las fuerzas de Altares?Si ellos ahora supuestamente tienen unas poderosas armas,
Estiben no pensó una estrategia más que decir la verdad, la cual no estaba dando frutos y quién sabe cuánto tiempo les quedaba antes de que llegaran los soldados de Altares con sus poderosos láseres o que las realidades colapsaran, así con su mente nublada solo siguió contestando:
—Señor Pólux, soy Estiben quien inventó la tecnología, para que en la otra dimensión nos puedan ver. El emperador Rodríguez me envió, junto con un equipo de científicos y de fuerzas especiales, a una misión en el otro país, si no que fuimos traicionados por alguien de muy adentro del gobierno, así que yo terminé forzado a trabajar para ellos en la invención de unas armas. Cuando tuve la oportunidad de revelarme, no me salió muy bien porque me dispararon mucho, aunque por suerte las balas solo me rozaron, pero si le dieron a unos aparatos del laboratorio que explotaron en mil pedazos, por unos minutos pensé que esto me habría matado. Asombrosamente, es como si se hubiese activado el portal en que también estábamos trabajando, enviándome a esta dimensión, o sea que alteraron mi frecuencia vibratoria, de modo que ahora estoy aquí viéndolos como realmente son. Por favor, su grandeza, usted es un hombre muy sabio, sabe que tengo razón; es cuestión de tiempo para que la poderosa milicia de Altares invada su suelo; no podemos permitir que nos cojan manos abajo; por favor, lléveme a sus laboratorios para poder comenzar a diseñar elementos para la defensa de la ciudad.
Pólux, que incrédulo lo miraba, lanzó un suspiro contándole:
—Es increíble, mijo, te dábamos por muerto; el operativo del emperador fue un éxito. Todo empezó cuando mis soldados que los acompañaban fueron asesinados vilmente, aunque uno alcanzó a enviar un mensaje de alerta. Rodríguez tenía un plan B; él colocó algo que se llama chips GPS en sus zapatos, así que simplemente a esa señal dirigió todos los misiles. Muy práctico, con lo que acabo con ese palacio junto a ese asqueroso dictador Pontón, aunque ahora está en guerra con otro loco que surgió para disputarse el terreno de ese país que quedó sin gobernante. Aunque yo creo que tiene problemas más serios con su hambriento pueblo, ahora también se le suma lo de su espía que ni sospecha de quién se trata. Como si fuera poco le echaron sal a la herida; a su esposa casi la borran de la faz por un atentado terrorista. Pobre Pollino, está más de malas que piojo en un calvo; buen señor Estiben, lo llevaré al laboratorio que construí; por favor, por vida suya, póngase a fabricar armas aún más poderosas para evitar que masacren a la pobre ciudadanía inocente.
Lo llevó a través de pasillos por donde había muchos monstruos; ya se había habituado a traspasarlos o esquivarlos, pero aquí era diferente, ya que ellos tenían sus aparatos propios, podían verlos y oírlos.
Llegando al laboratorio lo presentó muy bien, colocándolo a cargo de todo el personal científico, cosa que no lo alegró, puesto que ya había tenido a dos laboratorios a cargo. Lo que sí lo sorprendió muchísimo fue el momento en el que le presentó a la bella doctora Yací. La cual era supuestamente su par de esta dimensión, la vio muy hermosa y con la sensación de ver a alguien que nunca se ha visto, pero se siente haberla conocido toda la vida; en cierta manera él era ella y ella él. Yací también quedó atónita al verlo; su corazón se paró por unos microsegundos para luego bombear aún más rápido, sin sospechar que este suceso partiría sus vidas en dos.
Sin embargo, este mágico momento se vio nublado cuando llegó un monstruo al que todos le rindieron pleitesía, el cual con su horrible voz rompió la armonía del lugar de esta manera:
—saludos, Me alegra mucho verlos, muy especialmente al señor Estiben, a quien por primera vez tengo que verlo con lentes especiales; ya sé que no va a ser la primera vez que se me dificulte oírlo, pero me alegra mucho que esté nuevamente entre nosotros; bueno, siempre que lo veo me da alegría, así ahora lo veo como un alienígena.
Estiben haciendo gala de su característico tacto. Trato de contestarle de la manera más clara posible:
—Presidente Rodríguez, lo mismo digo; al fin yo lo veo como lo que es, en realidad, un asqueroso monstruo; usted nos envió a una trampa y me utilizó como localizador de sus bombas. Usted es un miserable.
El emperador Rodríguez, porque ya no era presidente, se sonrojó un poco, con las manos como el que ataja algo y una suave sonrisa trató de escudarse así:
—Lo lamento mucho, lo que pasó es que las opciones se nos acabaron. El plan estaba muy bueno, pero el espía nos comprometió el plan; mataron nuestros soldados y nos mandaron sus cabezas por correo. Lo único que sabíamos era que la señal de su GPS todavía estaba en ese punto fijo; no tuvimos más opción que ejecutar ese ataque, el cual fue muy exitoso; lamentablemente tú serías un daño colateral, por el cual te hicimos muchísimos homenajes, te declaramos héroe nacional y tu familia fue muy bien indemnizada. La verdad, yo no te quería enviar; eras muy valioso para arriesgar a perderte. La embarré porque me deje convencer de mi más cercano asesor; él dijo que el loco dictador Pontón no te mataría, que estarías muy seguro; de todo corazón le pido en nombre de nuestra nación mil disculpas. Por cierto, hice todo lo posible para proteger a su familia, sobre todo a su esposa e hijos. Ya los he mandado a buscar.
Estiben lo odiaba aún más; no tenía por qué haber vociferado que estaba casado; lo odiaba mucho más, pero lo necesitaba, por eso le dijo diplomáticamente:
—Emperador, le agradezco mucho, por favor, necesito un gran equipo de científicos para encontrar la forma de volver a ese plano.
El emperador sonriendo le contestó:
—Por supuesto que sí, eso te quería decir, necesitamos crear una especie de puerta para que se puedan intercambiar cosas que aquí hay, pero allá no, como armas. Y de allá necesitaríamos recursos como petróleo que no lo saben usar. También gente, muchas personas, ya que aquí quedan pocas a causa de la falsa pandemia y las inútiles guerras. He estudiado las infinitas posibilidades; así se debió de sentir el rey de Cristóbal Colón.
De pronto llegaron saludando unos monstruos; era la esposa y los hijos de Estiben; la primera empeoró las cosas tratando de abrazarlo, luego rompiendo en llanto al traspasar su actual forma. Su mujer, haciendo un show como siempre estaba acostumbrada, rompió en llanto a gritos. Manifestó:
—¡oh!, no, cómo puede ser que te pase esta desgracia, nosotros te necesitamos, yo te amo muchísimo.
¿Lo ama?, luego no dijo que lo odiaba; dijo que era un imbécil bueno para nada. Maldito el amor condicional de esta loca bipolar; este sentimiento será que se le despertó al verlo famoso, con algo de éxito; yo la hubiera mandado a un hoyo al fin del mundo, pero Estiben le dijo estas bellas palabras:
—Yo también los amo mucho, los he pensado bastante; no entiendo por qué casi nos separamos tantas veces.
Estíben es el que verdaderamente está en un maldito hoyo. Él es muy complaciente, le tiene miedo al cambio y sobre todo no lucha por lo que realmente quiere; es más, ni siquiera sabe qué quiere en realidad o tal vez al verse tantas veces cerca de la muerte, trata de modularse para evitar peleas viviendo en paz. No, la verdad es que le falta verdaderamente creer en él; se autolimita con razón; dicen que el mayor enemigo de cada uno está dentro de uno, que es uno mismo; tal vez el verdadero objetivo en esta vida es dominarlo.