Acciones conllevan reacciones ~•~•~ Eran exactamente las seis y quince de la mañana. Marco estaba recostado sobre una cama en la que nunca antes había dormido, mirando vagamente a la figura que tenía a su lado. No estaba realmente seguro de lo que sucedió, o mejor dicho, no estaba seguro de qué poder tenía Susana para hacerle olvidar todo, simplemente dejándose llevar por sus emociones. Había perdido súbitamente su capacidad de razonar y algo que jamás había experimentado, se había apoderado por completo de él y sus acciones. Aquello no debió suceder, pero ya había pasado dos veces. Se suponía que había desechado la idea de estar con la castaña, desde el día en que descubrió que ella estaba enamorada de él. Ese día en particular, decidió que no jugaría con los sentimientos