CAPÍTULO DOCE
“Eso es un tiroteo serio”, dijo Norton. “¿Quizás deberíamos dar la vuelta y dirigirnos a Belén?”
“Lo hacemos, y te colgarán tan pronto como te vean”.
“Ellos no me reconocerán”.
“Si tu historia es cierta, te recordarán por el resto de sus vidas”.
“Llevaba mi pañuelo en la cara”.
“¿Es eso cierto?”
Él sonrió. “Es una especie de disfraz”.
Estudió la película de sudor que cubría su frente, la blancura calcárea de su rostro, sus ojos tan apagados. “No estoy segura de que logres llegar a Belén. ¡Necesitamos atenderte ahora!”
“Lo lograré”. Se estremeció bajo el grueso abrigo que lo envolvía.
Sonaron varios disparos. Cathy se inclinó hacia delante y entrecerró los ojos. Creyó ver algunas bocanadas de humo distantes, pero no podía estar segura. “Entraremos desde la otra direc
