Después de la incómoda cena en el restaurante, Amanda siente que corre grandes riesgos si se vuelve a toparse con alguien que pueda conocer a Elena, no está segura de salir muy bien parada. Para ella era cada vez más complicado fingir alguien que no era, no sabe cuanto más pueda aguantar. Si no fuese por aquel sacrificio tenía como recompensa la vida de su madre, no se atrevería a tanto. Amanda amaba tanto a su madre, le debía tantas pero tantas cosas que no puede arrepentirse de nada. Alejo salió de la ducha y le pidió alistarse para ir a la celebración que uno de sus socios preparó para darle la bienvenida. —Arréglate mi reina, tenemos la invitación a la fiesta que nos hará Gino, se hará en plena alta mar en su yate de lujo. —¿Tengo que ir? No me siento bien, creo que voy a vo... —