—Sí, soy la madre de Elena también ¿quieres también que te diga toda mi línea familiar para que puedas dañar a todas? Escúchame bien, yo conozco a la perfección a los hombres como tú. Se creen llenos de poder, que pueden pisotear a quien deseen sólo porque tienen algo de dinero, se piensan que todos son inferiores y que les debemos cierta pleitesía, pero, lamento informarte que no es así. No pienses ni por un sólo segundo que me voy a quedar callada, no me importa con lo que me amenaces, he lidiado con otros más peligrosos que tú. —espetó. —Eso no puede ser cierto —por mucho que Verónica lo desafía, él sigue pensando en la declaración principal que ella le acaba de hacer— usted no puede ser la madre de Elena, ella me dijo que su madre había fallecido a causa de un cáncer, no puede mentirm