He estado esperando este momento desde hace tanto que podría llorar de la emoción. Finalmente, el resultado de tanto esfuerzo, tantos trasnochos, ropa manchada y un jefe mandón; he recibido mi primer cheque.
– ¿Por qué lo miras como si fuese la salvación? Sabes que igual tendrás que venir mañana ¿cierto? – ignoro las palabras de Thomas, otro que tuve que soportar, debería pedir un aumento solo por eso.
Mentira, si lo quiero, pero es un mal amigo.
– Porque si es mi salvación, mi vida depende de este cheque – sonrío en grande guardándolo cuidadosamente en mi bolso de mano. No es como si estuviese mintiendo, esas personas dejaron en claro que no debía tardar en pagar al menos una parte, que no estaban a esperar mucho más por mí.
Así que, si se pierde ese pedazo de papel, más me vale perde
