Por primera vez desde que comencé a trabajar aquí puedo decir que tengo un humor de mierda, y no me refiero a estar malhumorada, sino que mi felicidad está en su nivel más bajo y me apetece lanzarme de un avión sin paracaídas y finalmente irme con mis padres a donde sea que se van los muertos. Bueno, tampoco para tanto, quiero vivir, pero sí me siento muy mal y solo quiero acurrucarme a llorar siete días seguidos, pero no puedo porque tengo que trabajar y yo sería incapaz de hacer algo tan cruel como dejar a Betsy en las manos de unos criminales que quizás descuartizan a sus enemigos. Estoy segura que también haces otras cosas muy crueles, pero mientras menos piense en eso, mi salud mental irá mejor. – ¡Oh por dios! lo siento tanto – respiro profundo al chocar contra alguien y justo un