Por la iluminación de mi habitación, me desperté restregando mis ojos y estirando mi cuerpo.
Me quedé unos minutos mirando mi habitación de color blanco y vi la hora en la pequeña mesa de noche, eran las dos de la tarde.
Me levanté y fui a mi baño, era espacioso para una sola persona, todo era color blanco con toques dorados, la ducha tenía una puerta de cristal y me di cuenta de que tenía ya mis productos de higiene.
Miré hacia mi izquierda y había una puerta, así que de curiosa la abrí y era un armario, pero eso no era todo, ¡estaba lleno! Ya sea de blusas, pantalones, faldas, vestidos, zapatos y carteras.
Todo estaba perfectamente organizado.
Revisé los cajones y no creía todo lo que estaban viendo mis ojos, tenía muchos accesorios. Me sentí abrumada por todo y salí del lugar, p
