A Hada se le fue borrando la sonrisa poco a poco al ver los gestos burlones de las demás chicas, ¿Por qué tenían que ser tan crueles con ella? ¿Por qué solo no le daban la oportunidad a demostrar que podía hacer bien su trabajo como reina consorte? ―La pregunta de la reina es muy válida. ―Elizabeth también atacó. ―Viviste toda tu vida en un orfanato, ¿Cierto? ―Eso le dio en lo más sensible a Hada. ―Y según lo que dicen los medios, eras una simple asistente. ―Rieron. ―Tu vida realmente dio un giro de ciento ochenta grados, ¿Qué se siente? ―Hada contuvo las lágrimas. ―Una mujer con tu procedencia jamás será tomada en serio. ―Otra también decidió ser cruel. ―Digo, no es como que puedas ofrecer algo, es más, cuando tratas tan bien a esos plebeyos dejas en claro lo corriente que eres. ―¿Te