Mientras Luciano peleaba con su conciencia y, Helena y Mauricio combatían una sintomatología desconocida para ellos sintiendo que se están enloqueciendo, andando por una senda siniestra que amenaza con hacerse daño hasta a ellos mismos. Taliana empieza a sospechar de los acercamientos de su jefe y el nuevo asistente, con ella nunca se tomó tantas molestias, sin embargo, para todo lo que está sucediendo perfecto para sus propios planes de venganza, el hecho que este entretenida con su nuevo juguete le daba la cosa más importante en ese momento, tiempo, ya que al bajar la guardia le podía vigilar en todo el momento, así como leer y rebuscar a sus anchas toda la información almacenada en los bastos archivos de la oficina de abogados Masson – Sparta.
El viernes en la mañana Helena se despiert
