En Gijón, España, Adrián hojea nuevamente la carpeta que trajo el investigador mientras anota algunas cosas en una agenda. Desde el mismo momento en que Rojas le dijo de las intenciones de negocios de Enzo, tiene muy claro lo que desea hacer y cómo hacerlo. Con las malas referencias del padre de Enzo Brown en los negocios y con el suyo mismo, Adrián tiene la ligera impresión que no tendrá que esperar demasiado para cumplir con su idea.
Cada vez que mira sus fotos se le revuelve el estómago. ¿Cómo alguien tan dulce como Olivia pudo haberse casado con ese tipo? Ese hombre es un psicópata, un enfermo y un delincuente de guantes blancos que debe ser castigado. Aunque conociendo la ingenuidad de Olivia, no le cabe la menor duda que ese tipo la engatusó, la enamoró con un propósito muy bien es
