Ya son las 21 hs cuando Isabella baja por las escaleras con un tapado oscuro y liso hasta las rodillas, su pelo atado en una coleta alta y maquillaje demasiado cargado. Su madre, quien está sentada en la sala con una copa de vino en la mano y leyendo una revista, la mira extrañada. —No sé si no te diste cuenta, pero estamos en pleno verano, hija —Giulia señala el atuendo de su hija. —¿Te volviste loca? Con eso te vas a sofocar antes de que des un paso allí afuera. Isabella tiene puesto el vestido que Enzo le había pedido ponerse, pero no encontró otra manera de ocultar su vestimenta de la familia para evitar sospechas, especialmente de su padre, más que ponerse el tapado por encima. —Es por si hace fresco más tarde, mami. —Replica la joven tratando de verse normal. —Si tú lo dices, p