Un hombre de mediana edad, bastante alto y fornido, llega al Electra Night Club. No ha venido aquí desde hace un mes, pero debido a que Tina no ha contestado sus llamadas desde hace unos días, no tiene de otra que venir a buscarla. Camina hasta la zona VIP y toma su asiento de siempre. Fija su vista a los tres escenarios que tiene en frente. Una de las camareras se acerca hasta él inmediatamente. —¿Qué va a tomar, señor Russo? —Pregunta, coqueta. Blas la mira, apático. Sabe que su función es agradar a los clientes de este sitio, pero odia que intenten seducirlo a toda costa cada vez que se sienta en esta silla cuando ya todos saben por quién viene aquí. —Un whisky doble, por favor. —¿Está esperando a alguien o quiere que una de las chicas lo acompañe esta noche? —No estoy esperando a