Los climas fríos del invierno comenzaron a desaparecer opacados por un calor gradualmente más notable y agradable, las hojas de los árboles comenzaron a reverdecer y eran movidas por suaves vientos frescos, en la clara muestra que la primavera estaba en puerta. —¡Achú! – Aura estornudó. —¿Cómo pudo no decirme eso? ¿Qué clase de amigas son? – reprochó Sasha, luego de que, a Greta, en medio de la plática ese día durante el almuerzo en la universidad, se le escapara decir que su miedo más grande no fue el de la película que la noche anterior ido a ver las tres, sino, cuando casi creyó que estaba embarazada. —Sólo fue una falsa alarma lo siento, no quería que me gritaras o me regañaras, no volverá a pasar, para la próxima falsa alarma te llevare a ti en lugar de Aura— dijo la pelicorta. —D