Al día siguiente, Ari y Grayson se encontraban en el jet privado de la Familia Real rumbo a Nueva York, cuando ella dio un suave apretón a su mano. - Gracias por esto... por todo - comentó. Sabía lo afortunada que era de haber encontrado a Grayson... o de que él la hubiera encontrado a ella. No sabía qué habría hecho si no lo hubiera conocido, y si él no le hubiera dado suficiente dinero para pagar los tratamientos de Henley. Por supuesto, eso era lo que habían acordado cuando se casaron. Pero aun así, su hermana pudo recibir sus tratamientos gracias a él. Grayson le dio una palmadita en la mano: - No hace falta que me des las gracias. Ahora estamos casados - respondió. Sus ojos estaban llenos de sinceridad - . Tus problemas son ahora mis problemas. Estoy aquí para ti. Ari asintió: