No sabía qué ponerme y luego de demorar diez minutos terminé vistiendo lo que supuse era un atuendo correcto. Un vestido gris plomo de tirantes que llegaba a mitad de mis muslos, un chaleco de jean desgastado y mis vans oscuras. Mi cabello era un desastre y no me quedó de otra que dejarlo, en mi enrojecido rostro apliqué un poco de maquillaje tal cual cómo Winnie me había enseñado. Mi teléfono timbró y lo contesté acelerada mientras tomaba un bolso pequeño en el que metía rápidamente mis cosas. -¿Sí?¿Estás abajo?- pregunté asombrada por su puntualidad- Si, ya voy para allá.- colgué y me aplique perfume mientras me miraba en el espejo. No había mucho que pudiese hacer y bajé los viejos escalones de dos en dos hasta llegar a la puerta. -¿Saldrás?- preguntó mi madre en la entrada de la coci