Sally Brin —¡Sally! —escuchó la voz apresurada de Jonathan quien me hace que me gire para verlo, estoy a punto de regresar a casa. Me siento cansada y mis pies ya duelen por los zapatos altos, pero mi bebé lo vale, tal vez debería dejar de utilizarlos de ahora en adelante hasta que mi bebito nazca. Sonrió de lado al ver que Gómez ya me esta esperando en el auto. —Dime Jonathan, ¿Qué pasa? —le pregunto mientras siento como mi pie lucha por moverse unos centímetros de arriba abajo, la verdad tengo algo de prisa. —Sally… en verdad siento mucha curiosidad por saber quien es el padre de tu hijo. Alzo una ceja, ¿para eso vino a alcanzarme hasta aquí? Pero se que debo darle alguna respuesta de lo contrario no se quedará tranquilo. —Ya te lo dije, es un hombre ocupado, un empresario. J