Su teléfono parecía descontrolado. Jamás nadie, fuera de su hermano o Carlos, la llamaba, y ahora el aparato no dejaba de sonar insistentemente. Muchos periodistas querían conseguir la primicia sobre el estado de Alex, sobre lo que le había ocurrido y, sobre todo, si ella era su pareja. Maiia hacía varios días había decidido buscar otro número para darle solo a sus contactos más cercanos aquel nuevo lugar donde contactarla. Igual mantenía el aparato en silencio y lo más lejos posible de ella. Charly le había indicado que dejara que sonara, que no respondiera salvo que él se lo pidiera explícitamente, cosa que hasta el día de la fecha no había sucedido. El representante quería ser el único en dar información sobre el avance de su cliente y se negaba una y otra vez a hablar sobre Maiia, cosa