Entró en la sala de ensayo. Allí estaban Luca, Leo y Donato practicando. Era extraño hacerlo sin Alex ya que su batería marcaba el ritmo, las pausas, y los cambios de velocidad, pero el morocho estaba haciendo su mejor esfuerzo en el lugar donde se encontraba y ellos harían lo mismo desde la sala.
Miró a Charly que hablaba por teléfono y aguardó a que finalizara con su conversación. Cuando éste terminó la miró sabiendo de antemano lo que le diría. Es que Maiia era tan transparente con sus emociones que fácilmente la podías leer.
— Quiero contar mi versión — indicó la morocha mostrándole la pantalla de su celular donde una nueva nota hablaba de ella y su pasado. La mitad de las cosas que se decían allí no habían sucedido como se relataban o, bien, era directamente una completa mentira. E
