Después de la conversación con Javi ya no pude disfrutar de las películas, me levanté y decidí darme una ducha. Cuando salí me puse crema en el cuerpo y cepille mi cabello, me senté en la cama y el fastidio me hizo tumbarme.
Mire mi celular, esperando tener algún mensaje de Javi, pero no había nada. Vi la conversación con el Amo y tampoco había más mensajes, claro, yo fuí quien dejó de responderle; por un momento estuve tentada a hacerlo.
No lo hice, finalmente no sabía qué decirle. Es cierto que lo extraño, pero no puedo decírselo estando en una relación y sabiendo que con el Amo todo implica sexo; no me siento comoda con la idea de infidelidad, y no porque vaya a ir y acostarme con él, solo el hecho de escribirle es por que lo deseo penetrándome; y no, no caeré en esas acciones.
Aún así, no estoy tranquila, la idea de que me extraña me alborotó mucho. Me estaba sintiendo muy mal y me provocó mucha felicidad ese mensaje, y desafortunadamente no es lo único que me provocó. Aunque siento que ese mensaje no se refería precisamente a algo s****l, el que dijera q ue me extraña me hizo pensar que me necesita en su cama, desnuda, para satisfacerlo y yo… estaría encantada de hacerlo.
Pensar en qué podría hacer me llevó a buscar videos sexuales, estuve pasando por varios hasta que me quede en uno donde los cinco segundos de muestra tenían a una chica con los ojos vendados atada a una cama de manos y pies. Sin entrar en mucha explicación, en el video la chica era tocada con varios objetos: una pluma, un pequeño látigo, hielo, un pene.
Empecé a acariciarme, muy despacio. Conocía esas sensaciones: no saber lo que tocaría mi piel y sentir diferentes temperaturas y texturas. Me seguí masturbando, ahora más rápido, pero deje de ver el video cuando empecé a recordar como el Amo era quien me hacía esas cosas lo que me llevo a exitarme aun más y ridículamente llegar al orgasmo solo de recordar sus manos sobre mi.
…………
Lupe está ladrando, y empecé a llamarla pero no viene. Mi celular empezó a sonar y estoy medio adormilada, tarde en reconocer el timbre y cuando lo hice me levanté rápido para contestar.
-Hola.
-¡Por fin!
-Estaba dormida.
-Menos mal, pensé que no estabas y te habías olvidado nuevamente de mi.
-No seas dramática, Ana.
-Y tú no seas grosera y ya mejor abre la puerta, tengo más de 10 min aquí afuera.
-¿Qué?
-Que me abras, tonta.
-¿Pero por qué estás aquí?
-Quedamos hoy, ¿neta se te olvido?
-Ya voy
Me quedé dormida y al parecer fue toda la noche (o lo que quedaba de ella) y, si Ana estaba aquí, era ya bastante tarde, miré el reloj y era casi la una.
Caminé a la entrada y Lupe saltaba desesperada. Cuando abrí la puerta ahí estaba Ana, acompañada de Martha. Las dos sonrieron enormemente y me enseñaron las botellas de vino y bolsas de botana. Definitivamente tenían un plan. Entraron sin esperar que les dijera; así son esas dos, toman mi casa como propia.
-Sofi, ¿Estás bien? - Martha
-Si, ¿por?
-Es bastante tarde y no estabas levantada y se nota que estuviste llorando. - Martha
-Te lo dije, ese idiota de Javier se paso de la raya de nuevo y esta solo chilla en lugar de dejarlo y regresar a los brazos de Alex - Ana
-Como eres tonta, no digas eso. - Yo
-Nunca te vi llorando cada dos días cuando estabas con Alex - Ana
-Alex y yo no estábamos juntos - Yo
-Si, claro… debería dejar de llamarte amiga por siempre habernos mentido en eso. - Ana
-Ya paren. Ana, no inventes, deberías ser más prudente con lo que dices, Sofi no está bien y lo que menos necesita es que le digas que es por su culpa - Martha
-Es por culpa de Javier, claramente - Ana
-Si, pero no puedes solo venir y decirle que lo deje y ya y que es tonta por no dejarlo. - Martha
-Bueno ya x. Déjenme en paz o se van.
-Eso bien que se lo aprendiste al Señor Romero, lo pinche mandona. - Ana
-¡ANA! - Gritamos Martha y yo al unísono, nos miramos las caras y las tres estallamos en una carcajada.
-Bueno, ya vamos a la sala.
Pasamos a la sala, yo había dejado ahí el bote de leche y estaba el pastel a medio comer, también las envolturas de los premios de Lupe, mi cobija de tortilla, la caja de kleenex y muchos papeles usados en el sillón y el suelo; no solo me avergonzó mucho eso, ahora definitivamente no podría dejar a esas locas sin respuesta.
Martha tenía cargando a Lupe mientras levantaba los papeles del sillón y del suelo, Ana se había llevado la leche y el pastel a la cocina y escuchaba como estaba sacando platos. Cuando regreso traía en la mano unas charolas para la botana y unas copas para el vino (yo no puedo, no debo tomar alcohol ahora y debo decirles). Martha fue hacia el baño a tirar mi cochinero, escuche cuando se lavaba las manos, cuando regresó Lupe venía saltando junto a ella.
Ana se sentó en el sillón y me jalo para sentarme, cuando estuve a su lado me abrazó y sentí como también Martha me envolvía, no pude evitar ponerme a llorar. Después de un rato, logré calmarme y ambas me soltaron y me miraron con preocupación y ternura.
-Ya di que tienes - Ana
-Tienes razón, todo está mal y ya me estoy dando cuenta. Estoy confundida, no se que hacer. Estoy enojada y me siento estúpida, tanto que ni siquiera me he atrevido a decirles lo que estoy pasando, me estoy atormentando yo misma pensando que está bien y que está mal y como me siento sumamente tonta solo se me ha pasado el tiempo y más cosas y no hago nada. Javier es un idiota, narcisita y abusivo y no se como no me di cuenta antes, y soy tonta al haberlo idealizado tanto. Encima me dice que no quiere tener hijos cuando había dicho que si, por eso principalmente acepté andar con él y luego la boda. Para acabarla de chingar el imbécil tiene buen tino y aunque no quiera tener hijos ya no puede hacer nada. Se que estoy embarazada y no le he dicho a nadie,ni a ustedes, además de que he seguido fumando y tomando aun sabiendo. Además no puedo dejar de pensar en el Amo, lo extraño mucho. Javier no me satisface como el. Y ayer que el Amo me dijo que me extraña yo lo único que quería era ir a sus brazos y no pude porque no quiero ser una maldita infiel. Casi 10 años, en los que nunca me dijo que me quería y ahora dice que me extraña, ¿por qué no me lo dijo cuando pensé en comenzar con Javier? Y ya ni sé si quiero casarme, odio a la mamá de Javier y a su adorable hermana. Se supone que lo amo y estaba segura y ahora solo pienso cómo voy a sobrevivir a alguien que me hace la ley del hielo dos días y que además no le gusta ver cómo el mundo se acaba por un terremoto. Y el Amo también es un imbécil, porque no quiso más o porque no me dijo que no me fuera cuando le dije de Javier.
Explote, definitivamente explote. Todo lo que traía guardado de los últimos días ha salido como vómito. Ana y Martha me dejaron gritar sin interrumpir. En serio amigos, si ven a alguien en una crisis así, déjenlo sacar todo, cuando se calme pueden hablar y preguntar.
-Sofi, lamento mucho todo eso. - Ana
-Esto está muy pesado, mujer. ¿Por qué no habías dicho nada? - Martha
-No sé. Solo me siento mal y no sabia que hacer. Jamás me había sentido así. - Yo.
-Claro que no, Alex no te hacía esas mamadas - Martha le dio un zape a Ana cuando dijo eso y me provocó una pequeña risa.
Esperen, que tanto dije. Estoy segura de que grité Amo y no Alex. Demonios, me preocupa más explicar eso que justificar el porque no les había dicho que estaba embarazada.
-Nena, lamento mucho esto, pero es momento de la intervención. Tenemos que poner pies y cabeza a tu desmadre - Martha
-Primero que nada, a mí explícame por qué no nos dijiste que estás embarazada. Y después, me dices quien chingados es “ el Amo” porque ni creas que se me escapó esa palabra. - Ana
-Habla, si no quieres terminar en la silla de los acusados.