Estoy sentada en la arena y a lo lejos diviso el niño que me regala un hermoso tulipán de diferentes colores cada día desde que me acuerdo, corre hacia mí con una gran sonrisa...
- ¿Ya leíste el libro que te regale? - dice mirándome
-Aún no he aprendido a leer- digo mirándolo mal.
-Tu puedes princesa, eres muy lista y si te lo propones puedes ser mucho más lista que yo- dice alzándome y cargando me en sus hombros.
-Tú crees Anthon- digo algo distraída por las gaviotas en el cielo-
- ¡Si claro que puedes!, incluso puedes llegar a ser un gran líder si te lo propones, empezaste a hablar desde los 4 meses y cuando tenías un año ya hablas correctamente sin comerte una letra, no como los niños de tu edad que hablan raro. - dice mientras camina a la orilla de la playa.
-Está bien lo voy a leer por mi cuenta, como dices seré mejor que todos- digo muy feliz.
-Eres la mejor chica mi 'Amira- dice el bajo, pero escuche.
-Ese no es mi nombre-digo, recargo mi estómago en su cabeza para verle la cara-
-Ya lo sé, pero en este lugar podemos cambiarle el nombre a la mujer que amamos - dice el tranquilo y yo habría mis ojitos muy ampliamente.
-Me amas en serio- digo colocando mis manitas en su cara-
-Si claro que te amo, quien no amaría una preciosa muñeca como tú- dice aún sosteniéndome mis piernitas porque yo casi me tiraba de sus hombros.
-Yo también te amo- digo inocentemente-cuando sea grande me casar contigo y seremos felices como en los cuentos del abuelo-
-Te prometo que así será. Ves por qué te digo que eres muy lista, todo lo comprendes, solo no le digas a nadie que te amo- dice el dándome un beso en la nariz porque estaba de cabeza.
-Secreto- digo colocando mi dedo indice en mis labios-
-Secreto- responde -
Los años pasaron, el olvido su promesa ella no olvidó su amor. Él se volvió un egoísta y ella apenas era una niña convirtiéndose en mujer, todo está en contra de ambos, pero aun así las decisiones fueron tomadas y la suerte fue echada.