Yala Smith Tan pronto como llego al comedor veo que está vacío, así que frunzo el ceño confundida. —Buenos días, niña —Harper aparece en la habitación y me besa. —Buenos días otra vez, Panny. —Buenos días, Harper, ¿Panny ya bajó hoy? —pregunto. —Sí, ella vino hace unos minutos, incluso ya comió su comida. Miro a Panny. —Muy astuta, ¿verdad, mi hija? Ni siquiera esperaste a mamá para bajar juntas, pero te perdono porque volviste por mí. —Le acaricio la cabeza. Harper sonríe, pero luego me mira fijamente, como si me estuviera analizando. —¿Pasa algo, niña? Tienes una expresión extraña desde ayer, incluso con esa bonita ropa, noto que algo anda mal. Sonrío ampliamente tratando de demostrar que todo está bien. —Es tu percepción, mi querida cara está normal y todo está bien, hoy me vi