Me enlacé rápidamente: "Mamá, estoy en la casa de la tía de Indie, ya que quería mostrarle unas pinturas. Y bueno, ella también nos ofreció cena, así que no te preocupes pie hacerme comida."
"De acuerdo, cariño. Gracias por informarme. Sólo no llegues demasiado tarde a casa, no me gusta que estés tan lejos de nosotros y mucho menos cerca del bosque cuando está tan oscuro."
La interrumpí rápidamente antes de que empezara a armar un escándalo.
Cuando llegamos a la casa de la tía de Indie, el sol estaba más bajo en el cielo, la casa era más pequeña que la mayoría de las casas del grupo, no muy diferente de la cabaña de Indie, ya que solo vivía ahí ella sola.
No tenía pareja ni hijos. Era nuestra vidente del grupo, así que prefería el espacio y la tranquilidad de una casa en las áreas boscosas más tranquilas del territorio del grupo.
Mientras Indie golpeaba suavemente la puerta al entrar, la escuché llamarnos "entren, queridas". No tenía hijos propios, pero trataba a Indie como si fuera su propia hija y era como otro m*****o de mi familia también.
Al entrar por la puerta principal de su casa, que daba directamente a su pequeña sala de estar, me encontré con una mezcla de olores, un fuerte aroma a incienso que sabía que le encantaba quemar, un olor que siempre asociaría cariñosamente con ella, y también un olor a algo cocinándose, y debía decir que lo que fuera olía delicioso. Mi estómago comenzó a rugir en respuesta.
Escuché a la tía T reír.
—Oh, ¿alguien tiene hambre? —sonrió mientras se acercaba a nosotros para abrazarnos. Ese leve olor a sándalo y jazmín del incienso que se quedaba en ella mientras nos abrazaba era un aroma reconfortante para mí ahora.
—Hey tía T —dijo Indie.
—Mis ángeles —sonrió —¿Quieren tomar algo chicas?
La seguimos a su comedor más grande, tenía una larga barra de desayuno a lo largo de la pared, con estanterías arriba y cajones abajo que ella usaba para sus cosas herbales.
—Mmm por favor tía T —dije. La había llamado así desde pequeña, a pesar de que no era mi tía de verdad.
Cuando la conocí por primera vez y escuché a Indie llamarla así, pensé que ese era su nombre real, sin darme cuenta de que era la tía de Indie. En ese momento era muy joven, así que la llamé de la misma manera. Ella nunca me corrigió, solo cuando fui creciendo me di cuenta y me disculpé, y ella me dijo que también era parte de la familia y que le dolería si la llamara de otra manera, así que eso fue lo que hice, y sinceramente tampoco se sentiría bien llamarla de otra forma.
—Adivino que chicas, ¿Coca Cola Light? —sonrió, nos conocía bien, y sabía que solo compraba Coca Cola Light para nosotras, ya que ella solo bebía tés herbales o agua, así que el hecho de que se tomara la molestia de asegurarse de tener Coca Cola Light para nosotras la hacía aún más amable.
—¿Cómo lo sabías? —Indie fingió sorpresa y luego sonrió.
La tía T agarró dos latas de su nevera y volvió hacia nosotras, invitándonos a sentarnos en la mesa del comedor de la amplia cocina.
—Indie me dijo que querías preguntarme algo, cariño —me miró a mí. Vaya, directo al grano.
Me senté frente a ella en la mesa, sin saber qué decir, empecé a jugar con mis uñas, después con mi cabello.
—Si no quieres hablar, ángel, sabes que no tienes que hacerlo. Sé que estoy al borde del territorio del grupo, pero me enteré de lo que pasó, y lo siento mucho, cariño. Sé que debes estar sufriendo ahora mismo.
La tía T cogió mi mano con la suya, como si supiera de qué quería hablar de todos modos.
La miré y le sonreí tristemente.
—Es difícil, tía T, pensé que él sería mi pareja —sentí que las lágrimas ya comenzaban a formarse en mis ojos, e Indie obviamente lo notó, ya que su brazo ya estaba rodeándome en un abrazo.
Nos sentamos alrededor de la antigua mesa de roble en la cocina tenue de la tía T mientras le todo acerca de mis sentimientos. Estaba llorando y a la vez explicando cómo me sentía.
Ella me miró con suavidad y preocupación en sus ojos, nunca mostró un indicio de juicio o crítica en su rostro y su mano nunca se separó de la mía. Usaba su otra mano para secar las lágrimas que caían por mi rostro, mientras Indie seguía manteniendo su brazo alrededor de mí.
Me sentía capaz de contarle exactamente cómo me sentía, todo lo que había pasado y cuánto dolor sentía, sin el temor de ser juzgada. Sabía que estaba segura con ella dos y sabía que les importaba mucho.
—Simplemente duele mucho —concluí
—Lo sé mi ángel, lo sé —la tía T me miró, sus grandes ojos marrones llenos de cuidado y compasión —. Los asuntos del corazón como este siempre duelen más, pero nuestra Diosa Lunar sabe lo que hace, debes saberlo mi amor. Debe haber sabido que aunque tú y Logan estaban destinados a tener un vínculo cercano, no debía ser un vínculo de pareja.
Se detuvo como si pensara.
—Él no estaba destinado para ti de esa manera, mi ángel. Sé que lo amas, y el amor puede doler, mucho, cuando no puede ser recibido de la forma en que debería y ser correspondido como tal, llevará tiempo, pero eres joven mi amor, tienes una vida maravillosa por delante, este dolor algún día será olvidado, te lo prometo.
Ella levantó mi mano y la llevó hasta sus labios y la besó con el cariño que una madre tendría por su propio hijo. Sabía que todo lo que le había contado había sido escuchado y sabía que entendía el dolor que sentía... tal vez podría preguntarle.
—Tía T —comencé a decir, ella me miró con una suave sonrisa, haciendo que las líneas alrededor de sus ojos se apretaran —¿Hay algo que puedas hacerme con tus hierbas para ayudar con el dolor en mi corazón?
La miré con esperanza.
Vi sorpresa en su rostro, luego la vi mirar hacia su barra de desayuno tipo mostrador ubicada al costado del comedor, que había preparado como área de trabajo para medicina herbal.
Pude verla pensando, y estaba esperando, casi desesperadamente, que dijera que podría haber algo.
Ella volvió a mirarme, una tristeza en sus ojos.
—Mi ángel, por mucho que deseara poder ayudarte, y espero que sepas cuánto desearía poder ayudarte, mi dulce Lilah, verte sufrir me duele tanto como si mi propia familia estuviera sufriendo. Nunca di a luz a mis propios hijos, Indie se convirtió en mi propia hija una vez que su madre la tuvo y cuando tú te acercaste tanto, te convertiste en otra hija para mí, mi querida, y haría todo lo que esté en mi poder para asegurarme de que ambas sean felices y estén seguras, pero en esta ocasión, mi dulce niña, creo que esto está fuera de mis aguas... Mi conocimiento en medicina herbal es básico, supongo y ciertamente no cubriría algo como esto.
Hizo una pausa como si pensara.
—Aunque —pude verla pensar de nuevo —. No, no lo creo, mi amor, lo siento mucho.
Ah bien, supuse que era una posibilidad remota.
—Tía T, está bien, supuse que sería poco probable. Solo necesito encontrar una manera de dejar de amarlo, así tal vez no sentiría tanto dolor.
Le sonreí y ella apretó mi mano de nuevo.
—El tiempo es un gran sanador, mi amor, y sanarás. Tienes a tu familia, y tienes a Indie y a mí, siento que alcanzarás cosas más grandes, cosas para las cuales la Diosa de la Luna pensó que Logan no era un compañero adecuado, quizás, mi ángel —habló, todo el tiempo mirándome a los ojos.
Me sentí casi hipnotizada por su mirada intensa, aunque estaba segura de que estaba haciendo todo lo posible por ser amable y pensar en formas de hacerme sentir mejor. Por eso estaba agradecida.