Sabía que ella tenía buenas intenciones, pero ahora me sentía aún más nerviosa por el dolor. No era buena con el dolor mal que mi brazo ya estaba curado. —Vamos, sigamos —mi papá me sonrió El paseo hacia el bosque era tranquilo, obviamente a esa hora de la noche todos en el grupo estaban en sus casas, si alguien estaba afuera serían los guardias en las puertas del grupo a los que estaríamos viendo o aquellos en patrullas fronterizas que regularmente eran realizadas y revisadas por nuestros guerreros como parte de la seguridad del grupo. Pero imaginé que mi papá ya les habría avisado que estábamos afuera así que no deberíamos preocuparnos por ellos tampoco, así que éramos solo nosotros en la naturaleza, disfrutando de la paz y tranquilidad. El cielo estaba oscuro, aunque en ese mo