Los dos chicos miraban sorprendidos a Albert después de su confesión. Layla era hija de un ruso... ¡Un ruso de mierda! El jodido dueño de Moscú, el rey de un imperio n***o, por eso la querían, por eso la castaña era jodidamente valiosa. Era la heredera de toda la mafia rusa. Caín estaba tenso mientras procesaba la información. Kyle simplemente observaba pensativo, seguro Layla estaba valuada en millones y millones de dólares, la chica corría serio peligro.
-¿Por qué la quieren ahora? -preguntó Caín frunciendo el ceño.
-Sencillo, su padre la ha mantenido oculta pero no controló el que Layla se fuera al departamento. -respondió Albert.
-Ella salió de su pueblo, se ha expuesto. -murmuró Kyle y el anciano asintió.
-Por algo David no revela quien es. -gruñó Caín.- Pero algo aquí no tiene
