Manoel Santos ¿Cómo se supone que debería de responder a ese repentino beso? Jussara se mantiene colgada de mi cuello, con sus labios presionados a los míos sin intentar moverse. La lluvia no da tregua, cae sobre nosotros de forma torrencial, al punto de ni siquiera poder mantener los ojos abiertos. Me aferro a su cintura, sin saber qué hacer, mantengo mis labios pegados a los suyos, ignorando aquel leve cosquilleo que comienza desde mis labios y termina en mi entrepierna. Maldición, aquella mujer era tan sexy, que difícilmente podía resistirme por más tiempo. Clavo mis dedos en su cintura y la apego a mí, separo mis labios y prácticamente comienzo a comerme su boca, deslizo mi lengua dentro de su cavidad, arrancándole pequeños gemidos que se ahogan contra los labios. Sus dedos se mete