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Flashback
En esa época en la que Natasha era una adolescente, Jasha se fue a estudiar medicina a china y Japón.
-En sus vacaciones quería volver a Rusia donde su querida amiga, solamente podía escucharla tras una llamada, cada travesura que Natasha le contaba lo hacía reír, eso los fortaleció más, siempre estaría ahí para protegerla y cuidar de ella o darle un consejo, con el tiempo sus rasgos y su cuerpo cambiaron haciéndola una mujer hermosa con esos ojos que volvian loco a cualquier mortal incluyéndolo a él.
La diferencia de doce años lo hacía dudar siempre de su propia capacidad de conquista. Natasha le conoció muchas novias a Jasha, ella jamás sintió celos de esas chicas hasta que él se fue y volvió con un brazo y pecho completamente tatuados, más alto y musculoso, sintió que algo en ella despertó.
- El chico de r**a mixta entre Japonés y Ruso había cambiado tanto, tenía rasgos asiáticos pero unos hermosos ojos grises, un cuerpo corpulento y grande.
-Jasha era completamente diferente al que unos años atrás había dejado en el aeropuerto internacional de Rusia.
-Ambos se quedaron con la boca abierta cuando se vieron el uno al otro, ya que jamás fue lo mismo una videollamada a tenerse uno frente al otro.
-Jasha sentía que le caían las babas pero su falta de confianza aún no superaba su miedo de perder esa amistad, así que nunca mencionó nada.
-Con el tiempo ambos fueron más unidos, tanto que además su mente era muy abierta, se duchaban juntos o dormían desnudos, pero jamás pasó nada entre ellos más que los sueños mojados que tenía Jasha, amanecia muy erecto y eso lo avergonzaba mucho.
-No quería dejar otra impresión en la chica y que ella se sintiera usada.
Una madrugada ella se pasó de copas, se sentía caliente, tenía tan sólo diecisiete años y el veintinueve.
Jasha le dió una ducha fría pero ella aún estaba ebria.
La tomó en sus brazos y la llevó a la cama, no sentía que fuera capaz de resistirse a ella así que quería ir a la habitación de al lado.
Natasha lo tomó del brazo.
-No te vayas, duerme conmigo Ito.
-No me dejes dormir sola.
Estaba tan ebria.
-Se acostó abrazando su cuerpo desnudo desde atrás.
Era una diosa, sus curvas lo volvian loco.
Pronto sintió que su cuerpo se calentaba y su erección crecía y crecía, estaba dudando tanto.
Ella levantó sus trasero y por casualidad quedó un pequeño espacio en medio de sus regordetas nalgas justo para que Jasha acomodara su m*****o.
Fue así que lo metió sintiendose en el cielo, sentía su trasero, frotaba su rosada v****a y su entrada sin penetrar, simplemente era el roce.
Entró y salió tantas veces como pudo por ese orificio y ella gemía en su subconsciente.
Hasta que Jasha explotó, estaba tan preocupado porque sus fluidos entrarán a su v****a que se apresuró a abrir lentamente sus piernas y la limpió suavemente.
Era exquisita, pequeña y tierna.
-Uuuffff, su cuerpo ardía de deseo por penetrarla.
Se acercó a ella, besó su labios por largo tiempo, después bajó a lamer lentamente su pequeña y virginal v****a, en un segundo la chica estaba húmeda y dejando salir sus fluidos.
Presionó su pene en su entrada dudando si hacerlo o no, al final se arrepintió y continuó haciéndole sexo oral.
Era tan dulce y deliciosa que ella explotó en un orgasmo en su boca
-Cómo había logrado hacer eso en ese estado de ebriedad.?
Jasha volvió a tomar otra toalla húmeda y limpió perfectamente todo el cuerpo de Natasha sin dejar ningún rastro de sexualidad entre ambos esa noche.
Eso lo unió más a ella, ver su sexo, verla ahí frente a el, abrazarla y besarla en ese estado.
Era como estar en el cielo.
-Ufff, ese secreto se iría con él a la tumba.
Desde esa noche prometió cuidarla por siempre.
Fin del flashback.
Jasha se sintió extremadamente celoso cuando su niña le contó que tenía novio.
Ya estaba en sus veinte años y podría tener uno, pero no era él, así que su corazón se sentía herido a pesar de que también, tenía una novia, siempre cambiaba de mujeres para pasar el rato y olvidarse de ella, cómo podría hacerlo viéndola desnuda en su apartamento.?
-Jamás llevó otras mujeres a su espacio personal, ella era la única, siempre lo sería.
No quería a ninguna otra mujer que no fuera Natasha en su cama.
Cuando ella no estaba junto a su cama abrazaba la almohada que Natasha usaba y sentía su aroma, eso lo hacía dormir bien.
Ella siempre se escapaba y se iba a su apartamento, decía que le daba miedo dormir sola, se quedaba con él, se hizo tan natural para ambos estar desnudos que así dormían todas las noches después de darse un baño juntos.
-Jasha frotaba el cuerpo de Natasha con la esponja, eso la hacia gemir, se excitaba más cuando lavaba su hendidura, ella abría sus kilométricas piernas, subía una solo un poco para darle más acceso a su cuerpo, Natasha se insinuó sin medida, pero Jasha jamás se aprovechó más de lo que sucedió aquella noche que la tuvo ebria entre sus brazos.
Ella presionaba su cuerpo junto al de Jasha en un abrazo permitiendo que sus sexos se tocaran el uno al otro, masajeaba su m*****o lleno de espuma de arriba hacia abajo.
Jasha siempre apartaba sus manos porque creía que si ella continuaba explotaría de un orgasmo.
Jamás sería capaz de penetrarla sin su consentimiento, de todas formas, aunque lo tuviera lo pensaría, se sentía inseguro, no quería perderla si llegaban a una relación y no funcionaba.
Así que Natasha se sintió algo deprimida y fue cuando accedió a darle el sí a Henry para ser su novia, no sentía lo que Jasha la hacía sentir, era algo vacío y no se le antojaba llegar más lejos con su novio...
Recordó una vez más cuando Henry se puso algo excitado, tanto que sacó su m*****o y al verlo a ella se le apagó todo, no era como el de su verdadero amor, el de Jasha era grande y grueso, ese era...
No sabe ni que era.
Se apagó tanto el ambiente que Henry se sintió incómodo y la llevó a casa.
Se sintió humillado, sentía complejo por su pene, ya que no era tan grande por eso se esforzaba en complacer a las chicas con otros métodos que realmente funcionaban, así que dejaba buena impresión ya que era como ese dicho, no es el tamaño, sino como lo use. Con sus doce centímetros realmente complacía a las chicas.
Pero Natty no se inspiró al verlo, fue como si el cable se tensara y explotara.
Se le fue la luz de los ojos y se apagó su cerebro dejando un rostro de insatisfacción muy evidente.
Henry era un chico estudioso y llevaba la carrera de administración, no tenía mucho tiempo de noviazgo con Natasha , tres meses y ya quería avanzar al siguiente paso.
Pero su chica es algo reacia a hacerlo, no quiere llegar a segunda base.
Natasha no pasaba tanto tiempo con Henry, ya que ella también trabajaba y su tiempo libre lo pasaba en el motocross, con el abuelo Dmitry y con Jasha, eran sus hobbies.
Estaba arrepentida de su noviazgo con Henry, sabía que jamás podría avanzar en esa relación fallida.
Quería que en su lugar fuera Jasha, ahora no lo tenía cerca, ni podría practicar en su motocicleta, por qué no colocó el seguro de la puerta.?
Se sintió tan avergonzada con su abuelo.
Esa mañana hubiera hecho el amor con Jasha de no ser por su abuelo.